Esta semana se conoció que el banco Saemaul ubicado en Korea del Sur, le anunció a sus empleados que dentro de sus procesos de reestructuración y políticas de relaciones laborales en los contratos de trabajo, abstenerse de contraer matrimonio, toda vez que esto genera ausencias laborales y un aumento en la natalidad de este país.
Según Daniel Jaramillo Jassir, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, estas medidas son desproporcionadas e inadmisible en materia de respeto de derechos fundamentales que resultaría abiertamente inconstitucional en el contexto colombiano.
“En Colombia las relaciones amorosas entre compañeros de trabajo solo pueden ser sancionadas cuando las mismas afecten el buen clima laboral de la empresa, trascendiendo la órbita privada para entrar a formar parte de la opinión generalizada de los trabajadores como ha señalado la Corte Suprema de Justicia”, expresó el investigador.
Para Jaramillo, “en algunas empresas se adopta como práctica de los códigos de ética y conducta, la prohibición de asignación de espacios de trabajo a cónyuges y familiares cuando exista relación organizacional o de jerarquía sin perjuicio de las prohibiciones sobre nepotismo que rigen las relaciones laborales del sector público”.