Tras un recorrido de 200 kilómetros, desde Bogotá hasta la vereda Menegua, en Puerto López (Meta), fueron liberadas 46 especies de fauna silvestre de las que hacían parte patos, canarios, azulejos, tortugas, lagartos y una boa constrictora que habían sido incautados en terminales y plazas de mercado de la capital.
El traslado se hizo posible luego de que estos animales superaran satisfactoriamente los procesos de recuperación en el Centro de Recepción y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre, ubicado en la localidad de Engativá.
Sin embargo, muchos de ellos tardaron más de dos años en recobrar su instinto salvaje, debido a las lesiones ocasionadas por el contacto con el hombre.
Durante el recorrido las especies fueron alimentadas e hidratadas por profesionales en veterinaria y zootecnia de la Secretaría de Ambiente y el Instituto de Protección y Bienestar Animal.
Para el traslado de las especies la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial de La Macarena (Cormacarena) identificó la zona de reserva que contaba con las condiciones adecuadas para su reestablecimiento.
La Administración Peñalosa, por su parte, hizo nuevamente un llamado especial a la ciudadanía para que se abstenga de tener o comercializar cualquier tipo de especie silvestre, lo que está catalogado como un delito ambiental según la Ley 1333 de 2009 y que acarrea multas de hasta 3.600 millones de pesos, además de las sanciones que contempla el Código Penal.