por Mauricio Botero Caicedo
Ayer martes 7 de agosto, en paralelo con la posesión presidencial de Iván Duque, Timochenko y el senador Gustavo Petro convocaron a marchas bajo la excusa de defender la vida y la paz, pero con la clara intención de dar una advertencia, por no hablar de una amenaza, sobre la oposición que piensan hacerle al nuevo gobierno.

Petro señaló vía Twitter hace unos días que la principal razón de las marchas es exigir una respuesta al Estado tras el asesinato de más de 300 líderes sociales y defender los Acuerdos de Paz. El ex cabecilla de las Farc, alias “Timochenko”, en tono retado, a su vez advirtió: “Nos vemos en la calle”.

La movilización en defensa del Acuerdo de Paz, partió de la Avenida 1 de Mayo con 30, a las 10 de la mañana y llegó a la Plaza de la Hoja, desde donde salió la manifestación de Petro. En otras ciudades del país se convocaron marchas similares.

Y la realidad es que Timochenko y Petro se quedaron con los crespos hechos porque a la marcha fueron tres, máximo cuatro gatos. Que a la marcha convocada por la izquierda, que en la pasadas elecciones sacó ocho millones de votos, solo hubiera asistido seis mil personas, y al discurso de Petro seiscientas personas, demuestraque dicha convocatoria fue un fracaso absoluto.

El hecho es que si Petro y Timochenko creen que los ocho millones de votos que sacaron el pasado junio en las elecciones presidenciales les pertenecen, están profundamente equivocados. Esa izquierda radical de Petro y Timochenko, irreflexiva e insensata, tiene muy pocos adeptos. Y mientras más rápido la izquierda racional de Clara, Robledo y los ‘Verdes’ se den cuenta, va a ser mejor para ellos. Una oposición cerrera y visceral contra Duque no les va a dar resultados!