–“Anuncio que mi gobierno ha tomado la decisión de romper las relaciones diplomáticas mantenidas hasta este día entre la República de El Salvador y Taiwán, y establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China”, expresó la víspera el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, en cadena nacional de radio y televisión.
Y este martes se oficializó el hecho: La República Popular China y la República de El Salvador firmaron en Beijing un comunicado conjunto sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas.
El documento fue firmado por el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, y el ministro de Relaciones Exteriores salvadoreño, Carlos Castaneda.
“La República Popular China y la República de El Salvador, en concordancia con los intereses y el deseo de los dos pueblos, han decidido reconocerse el uno al otro y establecer relaciones diplomáticas a nivel de embajador, efectivas desde la fecha de la firma de este comunicado”, dice el documento.
“Los dos gobiernos acuerdan desarrollar relaciones amistosas entre los dos países sobre la base de los principios del respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en los respectivos asuntos internos, la igualdad, el beneficio mutuo y la coexistencia pacífica”, añade.
“El gobierno de la República de El Salvador reconoce que existe una sola China en el mundo, que el gobierno de la República Popular China es el único gobierno legal que representa a toda China y que Taiwan es una parte inalienable del territorio chino”, afirma el comunicado.
De acuerdo con el comunicado, el gobierno de El Salvador rompe las “relaciones diplomáticas” con Taiwan desde la fecha y se compromete no tener más relaciones o intercambios oficiales con Taiwan. El gobierno de la República Popular China aprecia la posición del gobierno de la República de El Salvador.
El gobierno de la República Popular China y el de la República de El Salvador acuerdan que, de conformidad con las disposiciones de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la práctica internacional común, intercambiarán embajadores y se proporcionarán el uno al otro toda la asistencia necesaria para el establecimiento y el cumplimiento de las funciones de sus respectivas embajadas en la capital del otro país sobre la base de la reciprocidad, indica el documento.
“La adhesión al principio de una sola China es una norma internacional reconocida universalmente y el consenso de la comunidad internacional, así como la base fundamental para que China establezca y desarrolle relaciones con cualquier país”, destacó Wang Yi.
“El Salvador se integra ahora en la abrumadora mayoría de países del mundo al decidir con resolución reconocer y comprometerse a acatar el principio de una sola China, y establecer lazos diplomáticos con China sin condiciones previas”, declaró Wang.
Hasta la fecha, un total de 178 países han establecido relaciones diplomáticas con China, según Wang.
“Creo que el pueblo salvadoreño sentirá la amistad y la hospitalidad del pueblo chino y se beneficiará de la cooperación entre ambos países”, manifestó, y destacó que la historia demostrará que forjar relaciones diplomáticas con China se corresponde con los intereses fundamentales y a largo plazo del pueblo salvadoreño.
Wang afirmó que China tiene ahora un amigo más en la región latinoamericana y caribeña, así como un socio para impulsar la iniciativa de la Franja y la Ruta y construir una comunidad de destino de la humanidad.
China está dispuesta a trabajar con El Salvador para materializar su desarrollo conjunto, promover la cooperación China-América Latina en su conjunto, y contribuir a la revitalización colectiva de los países en vías de desarrollo.
Castaneda subrayó que forjar lazos diplomáticos con la República Popular China es una decisión estratégica de El Salvador y constituye un evento histórico para el país centroamericano.
El Salvador ha cortado sus llamados “lazos diplomáticos” con Taiwan y ya no tendrá relaciones oficiales o intercambios oficiales con Taiwan de ningún tipo, prometió el canciller salvadoreño.
China y Taiwán están dirigidas por regímenes rivales desde el final de la guerra civil en 1949. La isla goza de un gobierno autónomo, pero jamás declaró su independencia.
El Salvador está deseoso de trabajar con China para aumentar la confianza política, fortalecer los intercambios a varios niveles y desarrollar una cooperación pragmática, señaló Castaneda, quien expresó su deseo de que la cooperación entre ambos países abra la puerta a una nueva era y beneficie a ambos pueblos. (Con información y foto de la Agencia Xinhua).