El gobierno de España devolvió este jueves a 116 migrantes a Marruecos que llegaron de forma clandestina a territorio español el miércoles en el enclave de Ceuta, una expulsión colectiva criticada por organizaciones no gubernamentales.
“Los 116 inmigrantes subsaharianos que ayer entraron en España de forma ilegal a través de la frontera de Ceuta han sido readmitidos por Marruecos”, anunció la delegación del gobierno en Ceuta.
Esta expulsión se produce a través de “la reactivación” de un acuerdo bilateral entre el gobierno español y el marroquí firmado en 1992.
Un portavoz del ministerio de Interior español defendió “la legalidad” de esta “expulsión” y aseguró que “en este caso, se han cumplido todos los requisitos de la ley de extranjería española”.
“Una vez que Marruecos mostró su disposición de aceptar a estas personas (…), el proceso fue que la policía nacional fue a buscarlos al Centro de internamiento de extranjeros (CETI), se les trasladó a una comisaría, (…) se les registró con su nombre, su nacionalidad, su huella digital, todos tuvieron un abogado, un intérprete, atención sanitaria”, explicaron desde Interior.
“A todos se les ofreció la posibilidad de pedir el asilo y no lo hicieron”, afirmó la portavoz, quien recordó que “los dos menores que había en este grupo se quedaron en España”.
“Debido a la celeridad con que se llevan a cabo, difícilmente pueden garantizar el acceso a un procedimiento individualizado con todas las garantías” reacciónó Amnistía Internacional.
En Twitter, la oenegé Caminando Fronteras calificó la operación de “tremenda violación de derechos humanos”.
Cuando formaban parte de la oposición, los socialistas españoles se oponían a este tipo de operaciones, calificadas de “devoluciones en caliente” de migrantes.
En octubre de 2017, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a España por las extradiciones inmediatas y colectivas de migrantes a Marruecos, efectuadas sin ninguna decisión administrativa ni judicial.
La corte de Estrasburgo subrayó que estos migrantes “no tuvieron ninguna posibilidad de explicarse sobre sus circunstancias personales ni tampoco recibieron la ayuda de abogados, traductores o médicos”.
La portavoz del ministerio de Interior se defendió que esta vez era distinto. “El gobierno no tiene ningún interés en efectuar devoluciones masivas e ilegales (…) sería una locura”.
Ceuta y Melilla representan las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea en el continente africano.
Desde principios de año, unos 3.100 migrantes llegaron a territorio español cruzando la frontera en estos enclaves.
El miércoles por la mañana, 116 migrantes escalaron la doble valla de Ceuta, de unos seis metros de alto y construida con alambre de espino.
Estos consiguieron superar los controles policiales tras haber lanzado “a los agentes recipientes de plástico llenos de excrementos, sangre, cal viva y ácidos”, según informó la policía. Siete agentes de la Guardia Civil resultaron heridos durante este incidente.