En 2009 entró en vigencia un decreto distrital que le daba la vuelta completa a la movilidad en la ciudad. Con esto, se buscaba cambiar un sistema de buses desorganizado y aglomerado por uno integrado que ofreciera mejoras considerables el sistema de movilidad de la ciudad.
Sin embargo, algunas empresas escogidas para prestar el servicio no lo pudieron cumplir a cabalidad y dejaron 2 zonas de Bogotá desvinculadas, situación que llevó a que en 2015 se implementara un sistema provisional de buses que funcionaría de manera complementaria y temporal. No obstante, hoy más de 2 años después sigue funcionando sin aportar ningún ingreso al sistema público de transporte.
En el mes de junio, el Concejal del Partido Verde Jorge Torres, advirtió en debate de control político la necesidad de acelerar el desmonte del SITP provisional, que tras estar diseñado como un sistema de emergencia y transitorio, pasó a convertirse en la principal competencia del servicio troncal y zonal. “Hoy el SITP provisional al ser económico, práctico y de pago en efectivo, le quita ingresos por 560 mil millones de pesos a la ciudad cada año, dinero que podría subsanar el déficit por el que atraviesa la movilidad de Bogotá”, agregó el concejal.
Torres en el mismo debate denunció además que las soluciones que la Secretaría de Movilidad estaba tomando frente a dicho desmonte eran a corto plazo, comprometiendo al mismo tiempo la calidad del aire de la ciudad y generando una falta de impacto en la mitigación de la crisis que atraviesa el sistema de transporte zonal.
Hoy existen 5.212 buses circulando por las calles, de los cuales el 90% pertenecen al sistema de transporte provisional, mismos que además generan un 13,6% de la contaminación del aire de la ciudad. Buses que al no tener una tecnología optima producen material particulado perjudicial para la salud de los ciudadanos y causante de enfermedades como cáncer de pulmón e infecciones respiratorias.
Pese a lo anterior, hoy la Secretaría de Movilidad decidió aumentar el plazo del desmonte de este servicio hasta septiembre de 2019, lo que significa según el concejal que: “tal vez ni siquiera en esta fecha se realice el proceso, pues de cara a elecciones del nuevo gobierno distrital, este tema quedará en segundo plano y luego, incluso, será más sencillo dejarle la responsabilidad a una nueva administración”.
Esta problemática es otra prueba más de la incapacidad de la Secretaría de Movilidad para adelantar todos los proyectos planteados, pues no es solo la dilatación del SITP provisional, sino la demora en la regulación del cobro por parqueo en vía, la implementación del cobro por libre circulación, la negligencia en la estructuración del sistema público integrado de bicicletas y otras acciones que esta cartera no ha desarrollado para mejorar la movilidad de Bogotá.
