Con el objetivo de definir los detalles del retorno de la comunidad embera que se encuentra en la ciudad de Bogotá y regresan a sus resguardos de origen, se llevó a cabo el Comité Extraordinario de Justicia Transicional en Pueblo Rico, Risaralda.
A través de una medida cautelar del Juzgado Primero de Restitución de Tierras de Pereira, se ordenó el retorno de 120 familias emberas katio que se encuentran en Bogotá a sus resguardos de origen en los municipios de Mistrató y Pueblo Rico, en el departamento de Risaralda, principalmente a los territorios de Gitó Dokabú y el Unificado del río San Juan.
Así las cosas, entidades del Gobierno Nacional y locales, entre las que la Unidad para las Víctimas cumple un papel fundamental, pusieron en marcha el plan de retorno para que dichas familias que se encuentran en difíciles condiciones socio económicas en la capital del país, puedan regresar sin ningún tipo de contratiempo a los territorios de los que algunos salieron hace más de 10 años, por cuestiones de desplazamiento por causa del conflicto armado.
Las familias conformadas por cerca de 500 indígenas saldrán de Bogotá el próximo lunes 24 de septiembre en 20 buses debidamente equipados para el trayecto, 20 familias llegarán a Mistrató y 100 familias estarán en territorio de Pueblo Rico se calcula que a las 6:00 a.m., los enseres que suman 120 toneladas partirán en 15 camiones el día domingo 23, para que la población retornada los encuentre a su llegada en los puntos de desembarque Dokabú y Sigüepa.
“Nuestro principal objetivo como Unidad es garantizar los derechos de la comunidad víctima indígena que se encuentra desplazada en Bogotá, queremos un reencuentro con sus tradiciones ancestrales y reunificación familiar con el fin de mejorar ostensiblemente sus condiciones de vida en la tierra que los vio nacer, estamos brindado con el esfuerzo de toda la institucionalidad las garantías necesarias para ello”, comentó Freddy López, director territorial en el Eje Cafetero.
Una vez en los puntos de desembarque los indígenas recibirán sus enseres, kits de aseo, ayudas humanitarias que están garantizadas de manera mensual para las familias retornadas y receptoras y el dinero para el pago de las mulas que los llevarán hasta sus destinos finales en sitios como: Chipá, Santa Teresa, Kemberdé, Paparidó, Santa Cecilia, Vereda Sigüepa, vereda Bajogitó, vereda Palma y Cunagitó.
De igual manera se están adelantando el último barrido al proceso de caracterización de la población retornada para garantizarle a la población desde el Estado el acceso a temas como salud, educación, vivienda y proyectos productivos con el fin de que los indígenas no vuelvan a salir de su territorio a afrontar difíciles condiciones en ciudades capitales.
En todo el recorrido la comunidad estará acompaña por funcionarios de la Unidad para las Víctimas, del Ministerio del Interior, de la Alcaldía de Bogotá y de las alcaldías de Pueblo Rico y Mistrató. También irán 16 guardias indígenas y una autoridad ancestral que vendrán desde los resguardos y otros 15 guardias que ejercieron como tales en Bogotá.
“Veo que desde las instituciones están dando las garantías suficientes para poder realizar este retorno de manera exitosa, en nuestro gobierno indígena estamos dando todo el apoyo para que nuestros hermanos lleguen de nuevo a casa y se armonicen con la madre tierra y rescaten sus tradiciones ancestrales”, acotó Raúl Güasiruma, gobernador mayor indígena.