–La cooperación armónica de los poderes del Estado es vital para derrotar la corrupción y el crimen organizado, y trabajar por el bien común, advirtió el presidente Iván Duque Márquez en tácita referencia al enfrentamiento que se produjo en los últimos días entre la Jurisdicción Especial para la Paz,JEP y la Fiscalía General de la Nación..
Al posesionar a cinco magistrados de la Sala Especial de Primera Instancia y Sala de Instrucción de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en un acto realizado en la Casa de Nariño el primer mandatario hizo alusión al Artículo 133 de la Constitución Política de 1991, que habla de la colaboración armónica entre los diferentes órganos del Estado.
Esa armonía “es vital para que en este país derrotemos la corrupción, el crimen organizado y que entendamos que el bien común y el sentimiento de bien común es más importante muchas veces que las grandes batallas de argumentación jurídica en el seno de las universidades”, expresó el Presidente.
Los magistrados que asumieron sus cargos son Jorge Emilio Caldas Vera, Héctor Javier Alarcón, Cristina Eugenia Lombana, César Augusto Reyes Medina y Francisco Javier Farfán.
En el acto estuvieron los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, José Luis Barceló; del Consejo de Estado, Germán Bula; del Consejo Superior de la Judicatura, Edgar Sanabria; y de la Justicia Especial para la Paz, Patricia Linares; el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez; el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo y la Ministra de Justicia, Gloria María Borrero.
Durante el acto el Presidente afirmó que “hoy más que nunca el pueblo colombiano clama por una justicia más cercana al ciudadano, una justicia capaz de interpretar las necesidades inmediatas de los ciudadanos en los territorios”.
“Hoy la ciudadanía clama porque la impunidad sea derrotada y la justicia en Colombia sin lugar a dudas, necesita una reforma que permita cumplir esos objetivos”, manifestó el Mandatario.
Por último invitó a los nuevos magistrados “para que sean absolutamente implacables con la corrupción, para que ejerzan su función de magistratura al servicio de la verdad y para que podamos lograr que la independencia de los poderes no medre la política tratando de inclinar la balanza en una dirección o en otra”.