–En medio de las movilizaciones de protesta y repudio y para exigir la pronta liberación del niño Cristo José, el reducto terrorista del Eln que delinque en la región del Catatumbo emitió un comunicado en el cual niega “rotundamente” haber secuestrado al pequeño. Además manifiesta su “disposición para trabajar en el esclarecimiento del caso, apoyar en la búsqueda de los culpables y dar con el paradero del menor”.

“Negamos rotundamente las acusaciones de las que viene siendo señalado el frente de guerra nor-oriental, como es el reciente hecho de la retención del menor Cristo José de 5 años de edad, hijo del alcalde del Municipio del Carmen Norte de Santander”, afirma el panfleto del frente de guerra nororiental.

“Reiteramos que no es política del Eln retener niños y aclaramos que no tenemos nada que ver en este hecho”, complementa.

Y agrega: “Expresamos nuestra solidaridad con los familiares y allegados de Cristo José y rechazamos lo sucedido. Manifestamos nuestra disposición para trabajar en el esclarecimiento del caso, apoyar en la búsqueda de los culpables y dar con el paradero del menor”.

El reducto terrorista se queja de que las fuerzas militares, de policía y los medios de comunicación, “vienen imponiendo una matriz comunicacional de opinión en contra del frente de guerra nor-oriental, culpándonos de secuestros y su pretensión de relacionarnos con hechos del narcotráfico, del cual mantenemos una política de deslinde categórico con ese factor, el que ha utilizado el terrorismo de Estado para financiar la guerra contrainsurgente”.

Dice ademas que “ante la llegada de Duque y el incremento del pie de fuerza en la región nada ha cambiado, por el contrario, se ha incrementado la violación de los derechos humanos, muertes, desapariciones, secuestros, atropellos, amenazas, sumado a esto implementan la erradicación forzada de los cultivos de uso ilícito sin alternativas reales para la economía campesina, todo esto no es más que una forma de garantizar la expansión del monocultivo y la extracción de los recursos naturales en la región”.

Añade que “esta política del Gobierno de Duque no deja más alternativas que la organización del pueblo, la resistencia y la lucha en defensa de la vida y sus territorios”.

Y concluye:

“Ante la grave situación de violencia que está viviendo el Nororiente colombiano, debe ser preocupación de los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, visibilizar los atropellos al pueblo y garantizar el buen vivir de las comunidades”.