Las mesas abiertas en Brasil abrieron este domingo para la segunda vuelta de las presidenciales, que enfrentan al ultraderechista Jair Bolsonaro, favorito en todas las encuestas, y al progresista Fernando Haddad.
En esta jornada, para la que están convocados unos 147 millones de votantes, también se elegirá en segunda vuelta a los gobernadores de 14 de los 27 estados del país, que completarán el mapa político que encontrará el nuevo mandatario, que asumirá el poder el próximo 1 de enero.
En todo el país han sido instalados 450.000 centros de votación, que abrieron a las 08.00 hora local (11.00 GMT) y funcionarán hasta las 17.00 (20.00 GMT) aunque, por los diversos usos horarios que existen en el vasto territorio brasileño, en los estados del oeste cerrarán dos horas después.
Una vez que cierren los colegios en todo el país podrán ser divulgados sondeos a pie de urna y el Tribunal Superior Electoral comenzará a difundir los primeros boletines con resultados oficiales.
Según las últimas encuestas, difundidas este sábado, Bolsonaro tiene una clara ventaja y sería elegido presidente con una votación que oscilará entre el 54 % y el 56,8 %.
Sin embargo, los mismos sondeos han mostrado en las últimas dos semanas un crecimiento sostenido de las posibilidades de Haddad, a quien los sondeos de este sábado le atribuían una intención de voto que varía entre 46 % y 43 %.
Le puede interesar: Elecciones en Brasil ¿Otra campaña influenciada por las Fake News?
Los candidatos encarnan proyectos antagónicos y sus propuestas han polarizado al país como pocas veces se ha visto en su historia.
Uno, un polémico capitán de la reserva del Ejército nostálgico de la dictadura que promete una liberalización total de la economía, y el otro un intelectual de izquierdas, aunque moderado y que encarna el ideal social de Luiz Inácio Lula da Silva, el mayor líder popular del país, pero en la cárcel por corrupción.