Según recientes investigaciones de la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso afecta a casi la mitad de la población de todos los países de América Latina y el Caribe.
En Colombia, las cifras no son muy alentadoras ya que más de la mitad de la población está por encima de su peso ideal y la causa principal radica en los estilos de vida poco saludables.
Debido al incremento acelerado del consumo de alimentos preparados fuera del hogar y el crecimiento de las comidas rápidas, se han introducido modificaciones en los hábitos de alimentación de cada uno de los hogares.
Por esta razón, Danielle Bonner, experta en nutrición, indica: “es de gran importancia saber manejar las porciones de los alimentos y los postres, sobretodo, poder sustituir alimentos que no hacen un aporte nutricional a la dieta, a otros que son más completos”. La clave de todo es la cantidad de lo que comemos y la calidad.
Los alimentos que se consumen a diario, se pueden reemplazar por otros más saludables como:
Jugo de frutas por fruta entera (fibra, vitaminas y minerales).
Pan blanco por pan multigrano (fibra, zinc).
Arroz blanco por arroz integral o salvaje (fibra, zinc).
Procura utilizar aceite de oliva en crudo (grasas buenas, antioxidantes).
Papas y comida chatarra por verduras (vitaminas, minerales y antioxidantes), nueces y almendras (grasas buenas, proteínas).
Puré de papa por puré de patata (fibra y antioxidantes).
Alimentos fritos por alimentos horneados o asados.
Proteína animal por proteína vegetal: frijoles, lentejas, habas, garbanzo (fibra, hierro, proteína).
Carnes rojas (evitar consumo diario) por carnes blancas como pescado, atún, pollo, salmón (grasas buenas).
Aguas de sabor, agua natural, agua de limón consumirla sin azúcar.
Para las personas amantes a los postres, la experta recomienda reemplazar:
El azúcar blanco por extracto de vainilla o edulcorantes no calóricos.
Helados y pasteles por frutas (vitaminas, minerales y antioxidantes).
Harina blanca por harina de almendra (omega 6 o grasas buenas, proteína).
Crema de cacahuate por crema de cacahuate natural o sin azúcar (proteína y omega 6).
Chocolate blanco o chocolate con leche por chocolate obscuro sin azúcar (antioxidantes).
Chocolate en polvo por cacao en polvo (antioxidantes).
Finamente, la Dra. Bonner indica que se debe recordar que todos los excesos son perjudiciales; “realmente no existe un alimento malo como tal, simplemente es saber la cantidad que debemos de consumir y algunos, de preferencia, que no sean de consumo diario para encontrar un equilibrio”. De la misma manera, las dietas sanas se deben complementar con un ejercicio diario y regular para equilibrar el nivel de triglicéridos en la sangre.