Los resultados de la necropsia de Ami, la hembra de cóndor andino cuyo cuerpo fue hallado sin vida en la provincia ecuatoriana de Cotopaxi, el pasado 12 de diciembre, revelaron que el ave falleció por envenenamiento, tras la ingesta de alimentos contaminados con insecticida organofosforado.

El cóndor andino, emblema nacional de Colombia, era una hembra de 8 años que llevaba la mitad de su vida siendo monitoreada por el Ministerio de Medio Ambiente de Ecuador, a través del programa de protección de su especie.

La pruebas medico veterinarias y forenses, que hicieron parte de la investigación liderada por personal de la subdirección ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y miembros de la Unidad Forense Veterinaria de la Corporación Universitaria Remington, por petición expresa del gobierno de Ecuador, revelaron que Ami falleció sin presentar hallazgos relacionados con causas naturales, y descartaron lesiones externas causadas por armas de fuego o agresión por predadores.

“La Unidad Forense Veterinaria de la Corporación Universitaria Remington logró determinar una moderada cantidad de contenido pastoso en un segmento del sistema digestivo del ave. Después de enviar la muestra a toxicología, ésta dio positivo para órganos fosforados, un grupo de pesticidas artificiales aplicados para controlar plagas de insectos en cultivos y en ambientes domésticos. Es de fácil consecución comercial”, explicó Julio Aguirre, director de la Unidad Forense Veterinaria de Uniremington.

El hecho de que fuera una hembra en edad reproductiva hace más lamentable este suceso. “Estamos hablando de que de los cóndores se espera un huevo cada 18 meses y hay algunos que llegan a vivir 50 años”, afirmó Diego Medina, representante del Ministerio de Medio Ambiente de Ecuador y del Grupo Nacional de Trabajo con el Cóndor Andino.

La investigación inició el pasado 19 de diciembre, cuando llegaron a Colombia las muestras del cóndor en cadena de custodia.

El Gobierno ecuatoriano solicitó la colaboración de la Unidad Forense Veterinaria de Uniremington y del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, pues ambas entidades tienen el personal científico y técnico que puede revelar en poco tiempo y con todo rigor la causa de muerte del cóndor.

La especie
El cóndor andino se encuentra entre las aves más grandes del mundo capaces de volar. Llega a pesar hasta 15 kilos y sus alas alcanzan los 3 metros de longitud. Suelen ser negros, pero tienen un característico “collar” blanco, además de algunas marcas del mismo color en las alas.

Alcanzan la madurez sexual a los 5 o 6 años de edad y anidan entre los 1.000 y 5.000 msnm, generalmente en formaciones rocosas inaccesibles. Posee una tasa de reproducción muy baja ya que ponen un huevo cada 18 meses aproximadamente.

Es una especie biocultural clave del paisaje sudamericano donde, por ser una especie carroñera cumple una función importante en varios dominios culturales de diversas regiones y otros grupos socio–culturales asociados a la cordillera de los Andes.

Es uno de los limpiadores del páramo. Sin la acción de los cóndores se desencadenarían epidemias y procesos tóxicos, a ser limpiadores del líquido vital.

El cóndor es un animal considerado en peligro crítico, la categoría más alta de vulnerabilidad en animales con peligro de extinguirse.

En el ámbito mundial existen aproximadamente 100.000 cóndores.
De los casi 150 cóndores que actualmente se calculan en Colombia, unos 120 individuos están presentes en la Sierra Nevada de Santa Marta, el resto ha migrado.
En el último censo de 2015 en Ecuador reporta que hay de unos 100 a 115 cóndores.
El pasado 28 de octubre, 23 cóndores fueron hallados muertos envenenados en dos zonas de la Patagonia argentina.