Para garantizar la protección de los estudiantes en los colegios en la ciudad, la Secretaría de Educación solicitó a la Comisión Nacional del Servicio Civil pruebas adicionales para los aspirantes a docentes en el sistema oficial de Bogotá.
“A finales del año pasado enviamos formalmente una comunicación a la Comisión Nacional del Servicio Civil para que conjuntamente con el Ministerio de Educación revisen la posibilidad de incluir pruebas psicotécnicas previas al ingreso, que permitan reducir el riesgo de vinculación de personas que puedan llegar a tener un perfil agresor”, aseguró el secretario de Educación (e), Carlos Reverón.
Por esta razón, la Secretaría de Educación le pidió a esta entidad que adicional a los exámenes de conocimiento, se realice una prueba psicológica que permita determinar si alguno de los aspirantes puede llegar a tener conductas de agresor contra los niños.
La Comisión Nacional del Servicio Civil es la entidad encargada de adelantar los procesos de selección de los docentes de la ciudad, por medio de un proceso de meritocracia que incluye pruebas de conocimiento, entre otros.
“Estamos convencidos que la prevalencia de los derechos de los niños en la ciudad es lo primero, esta acción se suma a un trabajo de prevención en casos de violencia sexual en el ámbito escolar que hace la entidad”, aseguró el funcionario.
La Administración Distrital ha venido trabajando de manera articulada con la Fiscalía General de la Nación para intercambiar información y sobre todo para capacitar y actualizar a las comunidades educativas sobre este tema.
“¿Qué hemos hecho? Además de las investigaciones disciplinarias respectivas implementamos un protocolo de atención para situaciones de presunta violencia sexual, logramos separar temporalmente de las aulas a docentes que han sido sindicados de posibles conductas abusivas, mientras se adelanta el proceso de investigación”, informó Carlos Reverón.
Desde la Secretaría de Educación se viene trabajando de forma permanente por la garantía y protección de los derechos de los estudiantes, además previniendo y mitigando los posibles riesgos a los que se puedan ver expuestos.
“Reconocemos el trabajo de nuestros docentes, en Bogotá son más de 35.000 con las más altas capacidades de servicio, este tipo de delitos son cometidos por un mínimo porcentaje y para garantizar la protección de los niños adelantamos estas acciones”, concluyó Reverón.