El repunte del dólar finalizó en gran medida, según estrategas que señalan que unas menores expectativas en alzas de tasas de interés en Estados Unidos han reducido la ventaja de la divisa sobre las demás monedas.

Tras registrar el año pasado su mejor desempeño desde el 2015, el dólar ha perdido impulso en las últimas semanas después que la Reserva Federal ha señalado menos incrementos en el costo del dinero en los próximos dos años y ha expresado cautela sobre el panorama de la mayor economía del mundo.

El sondeo entre 75 analistas realizado entre el 2 y el 9 de enero mostró que el dólar cedería la mayor parte de sus ganancias del 2018 en los próximos 12 meses, golpeado por una esperada desaceleración económica de Estados Unidos. El índice dólar, que mide a la moneda frente a una canasta de seis divisas rivales, ganó más de un 4 por ciento el año pasado.

“Básicamente, el dólar se quedó sin razones que lo hagan subir”, dijo Erik Nelson, estratega cambiario de Wells Fargo. “La Fed nos ha dicho que probablemente están en o cerca de un punto donde van a pausar las alzas de tasas y pronosticamos que el impulso que vimos en el crecimiento del año pasado en Estados Unidos definitivamente va a desaparecer”.

“Esos dos factores que fueron de respaldo real el año pasado van a desaparecer. Así que no veo cuál va a ser el impulsor de la fortaleza del dólar desde ahora”, agregó.

Aunque predicciones de analistas de que el dólar tendrá un desempeño inferior frente a sus rivales han sido erradas, aún proyectan que revertirá sus ganancias del año pasado en 2019.

De 62 analistas que contestaron una pregunta adicional, 32 dijeron que el dominio del dólar, que comenzó a inicios del 2018, se estancó. Entre los que afirmaron que a la moneda estadounidense aún le queda fortaleza, más del 85 por ciento aseguró que se agotaría en seis meses cuando mucho.

Sólo tres analistas dijeron que el repunte del dólar continuaría por un año o más.

Pero las medianas en el sondeo mostraron que otras importantes divisas recuperarán en el 2019, en el mejor de los casos, lo perdido contra el dólar el año pasado.

Con expectativas de que el crecimiento económico en otras grandes economías del mundo se desacelerará y que no se estima que los bancos centrales cambiarán su agresiva postura monetaria en el corto plazo, una baja significativa en el dólar o cualquier alza prominente de otra moneda será limitada.

Tras perder alrededor de un 4 por ciento contra el billete verde en 2018, el euro subiría alrededor de un 5 por ciento para cotizar en 1,20 dólares en un año, desde alrededor de 1,14 dólares el miércoles.

Con un panorama para la economía de la zona euro más sombrío tras una serie de datos mostrando una desaceleración, no se espera que la moneda única se aprecie significativamente este año.

El destino de la libra esterlina, sin embargo, será determinado por la manera en que Reino Unido se divorcie de la Unión Europea. La libra ganaría más de un 8 por ciento a 1,38 dólares en un año, desde su cotización de unos 1,27 dólares del miércoles.

Aunque el dólar disfrutó de un estatus de refugio el año pasado por la escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, esa visión se ha aplacado recientemente y el yen ha escalado más de un 3 por ciento en pocas semanas.

Pero el yen, de hecho una moneda segura, podría terminar el 2019 alrededor de los actuales niveles de operaciones. Reuters