El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, propuso realizar una cumbre de países americanos para lograr el “acercamiento” y vencer la presunta “intolerancia política” que, dijo, se aplica en la región contra el Gobierno de Nicolás Maduro, cuya legitimidad no reconoce parte de la comunidad internacional.
“Insistimos en la propuesta que hizo el presidente Nicolás Maduro (de) una cumbre de presidentes (…) o un grupo de países de la región también, que faciliten el acercamiento ante la intolerancia ideológica que ha surgido en los últimos años”, dijo el funcionario en una comparecencia ante periodistas este sábado.
Arreaza señaló que este encuentro podría darse durante una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que realiza reuniones anuales desde 2013 y cuya presidencia pro témpore reposa en el mandatario salvadoreño y aliado de Maduro, Salvador Sánchez Cerén.
“Allí iría Nicolás Maduro con la verdad de Venezuela, allí iría Nicolás Maduro a responder lo que tenga que responder con la Constitución de Venezuela en la mano y con la legitimidad que le ha dado el pueblo”, añadió el canciller.
Maduro juró el jueves ante el Supremo de nuevo como presidente, lo que le mantendrá en el cargo al menos hasta 2025, pese a las peticiones de parte de la comunidad internacional y la oposición para que no lo hiciera y convocara a comicios “libres”.
Trece de los catorce países del Grupo de Lima, críticos con la Administración del presidente venezolano, señalaron hace una semana que no reconocen la legitimidad de Maduro, que fue reelegido en los comicios de pasado mayo, que tachan como “fraudulentos”.
Asimismo, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá han cuestionado la legitimidad de Maduro, un exfocher de autobús y exsindicalista de 56 años que gobierna Venezuela desde 2013.
Estas tensiones diplomáticas ocurren, además, en medio de la acuciante crisis económica y política que atraviesa Venezuela, y que se expresa en escasez generalizada, hiperinflación y un éxodo de más de 3.000.000 de personas, según cálculos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Tras asumir su segundo mandato presidencial, Nicolás Maduro defendió que se trata de un período legítimo tras haber ganado las elecciones del pasado 20 de mayo, su mandato no es reconocido por un amplio sector de la comunidad internacional.
Maduro señaló que los asuntos de Venezuela son solo de interés de sus ciudadanos, pero hizo un llamado a latinoamérica y el Caribe para una reunión en la que puedan discutir la problemática venezolana y así “poder superar el clima de intolerancia y agresión ideológica”.
Maduro explicó los mecanismos que le dan reconocimiento a su gobierno y también por qué hizo el juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia, en lugar de asistir a la Asamblea Nacional.
Dijo que el Parlamento, de mayoría opositora, fue declarado en desacato por parte del gobierno, y la Constitución establece otras opciones.
El mandatario sostuvo que le gustaría conversar con el presidente colombiano Iván Duque, a quien criticó por los asesinatos de líderes sociales.
Y agregó que la comunidad internacional quiso “hacer de la investidura una guerra mundial”, y que los países de la región son satélites de Estados Unidos para llevar a cabo agresiones.