Gracias a los excelentes reflejos de un repartidor de leche, un bebé de tan solo tres mese de nacido se salvó, luego que su madre lo arrojara desde un tercer piso en momentos en que la mujer y el infante intentaban escapar de un incendio.
El hecho se registró cuando el repartidor de leche, de nombre Lin Gang, estaba haciendo su trabajo en uno de los supermercados de la zona, y una mujer entró al lugar para avisar que una madre estaba atrapada junto a su bebé en medio de un voraz incendio.
Gang salió al rescate junto a dos de sus compañeros, quienes usaron su camión de reparto como escalera, subió a la cornisa del segundo piso y sus dos amigos esperaban en el techo del loby del edificio.
Cuando la madre del pequeño decidió entregar al bebé en una cobija, el niño se salió y Gang lo atrapo al instante.
Luego ayudaron a la madre a salir del apartamento en llamas.