Guaidó descarta intervención militar en Venezuela, aunque afirma: “Maduro es un dictador y no se va con una epifanía”
–El autoproclamado presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó consideró innecesaria una intervención militar internacional en Venezuela y se declaró esperanzado en lograr una “transición pacífica”, pese a que afirmó que “Nicolás Maduro es un dictador” y “no se va a levantar con una epifanía (una misa)”. Además sostuvo que “en Venezuela no hay riesgo de una guerra civil. El 90% de la población quiere cambio”, precisó.
Las precisiones las hizo Guaidó en declaraciones que concedió por teléfono al diario El País de España.
Respecto a una acción externa para sacar a Maduro del poder, el líder opositor aseguró: “Venezuela es un país soberano, determinado a conquistar su libertad. Yo creo que no es necesario llegar a una etapa como esa”.
Y complementó: “Nosotros vamos a hacer la mayor presión posible que genere el menor costo social y que sobre todo nos ponga en pie para rescatar gobernabilidad, servicios públicos y estabilizar la economía”.
Fijó como propósitos fundamentales “el cese de la usurpación, un Gobierno de transición y la convocatoria de elecciones libres”.
Advirtió que lo que ha venido solicitando no es una intervención militar, sino apoyo o ayuda humanitaria y medidas de presión contra al régimen de Maduro como protección de los activos de Venezuela y recursos para proyectos.
No obstante, subrayó:
“Maduro es un dictador. No se va a levantar con una epifanía. Destruyó el país, tenemos una inflación de 2.000.000%, todos los días mueren pacientes por falta de insumos. Hay que presionarlo, socialmente, internacionalmente y, de nuevo, si bien el caso venezolano es atípico, las variables que dan pie a una transición las tenemos y podemos lograrla de manera pacífica”.
Agregó que no cree que el entorno de Maduro y el alto Gobierno “se quieran inmolar a sabiendas de que el modelo fracasó. No van a tener cómo rescatar a la economía, el mundo no reconoce sus competencias constitucionales. Hay mucha gente pragmática a su alrededor y estamos en la puerta, digamos en un momento pretransicional”.
“Estamos ejerciendo funciones en una dictadura. ¿Podemos decir que empezó la transición? Estamos en una zona desconocida, pero debemos avanzar para consolidarnos”, puntualizó.
Guaidó reiteró que está dispuesto “a hablar con quien haya que hablar”, pero “siempre y cuando vaya direccionado a lograr el cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres”.
Ademas resaltó: “Hemos puesto sobre la mesa una ley de garantía y amnistía, algo que en algunos países se llamaría justicia transicional, una ley de estatuto para la transición que permite que todos los sectores participen en ese proceso”.
Se refirió a los militares, que son los que sustentan en el poder Maduro y se declaró convencido que “en algún momento, como sucedió en Cotiza [una parroquia de Caracas donde la semana pasada se sublevaron 27 militares], la expresión de descontento de las fuerzas armadas será total y su ocasión debe ser ponerse del lado de la Constitución. No solamente porque estamos ofreciendo amnistía y garantías. No, ellos tienen un rol también en la reconstrucción del país”, puntualizó.
Guaidó ratificó: “Constitucionalmente hoy el presidente encargado de Venezuela soy yo y mi mandato es muy claro, lo dice el artículo 233: Producir una elección libre en el menor tiempo posible”.
Según Guaidó, “Maduro insiste en usurpar las funciones, secuestrar el poder y dejar en unas condiciones muy precarias sobre todo a los venezolanos que hoy necesitan comer, necesitan alimentos, medicinas”.
“Por eso –prosiguió– hemos determinado tres fases: cese de usurpación, porque estamos en dictadura; un Gobierno de transición que estabilice y atienda la emergencia humanitaria, que dé los pasos necesarios para reinstitucionalizar al país, y otro elemento es el Consejo Nacional Electoral, para tener una elección libre”.
Advirtió que en Venezuela “no hay riesgo de una guerra civil, como alguno ha querido verlo o hacerlo ver. ¿Por qué? Porque el 90% de la población quiere cambio”.
Sin embargo, el riesgo es que haya violencia.
“Hay una pequeña cúpula o respaldo militar al régimen que conformó una seguridad de paramilitares armados que aquí llamamos colectivos, que conformó algunos elementos que no van a tener ningún tipo de resonancia. ¿Hay riesgo de violencia? Hoy la hay. Han asesinado a decenas de jóvenes en una semana. Más de 140 en 2017. Caracas es la ciudad más violenta del mundo si se toma la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes”.
Subrayó que “la mayoría del país quiere cambio, hay un Parlamento que hace sus funciones, hay un presidente encargado legítimamente con atribuciones en la Constitución, que están buscando una salida política al conflicto. Los únicos que hablan de violencia y están ejerciéndola, además, a través del FAES (las fuerzas especiales de la policía), a través de paramilitares, son Maduro y su régimen. Los que alimentan una tesis como esa alimentan precisamente la violencia”.
Se le preguntó como podría activa la transición:
“Hay que reunir la capacidad de provocar el cese de la usurpación, movilizar a la ciudadanía”, respondió, destacando “cómo la comunidad internacional nos reconoce”.
“Algunos hacen ver que es un tema de Estados Unidos–dijo–, pero ya son más de 60 países, casi 65, no solo de Europa y América.
“¿Cómo se materializa? , se preguntó y se respondió: “Hemos hecho un llamado claro a las fuerzas armadas. Maduro tiene secuestradas las armas de la República, 27 sargentos torturados en el sótano de la DGCIM (Dirección General de la Contrainteligencia Militar) para generar miedo y persecución”.
“Se habla de que los autores de estas torturas son de la inteligencia cubana. Vemos cómo secuestran a niños en Venezuela, vemos cómo asesina el FAES (fuerzas especiales de la policía). Es un tema de control social, de generación de miedo y terror. La única relación, por cierto, que ha tenido el venezolano con el Estado es de terror y subsidios. El subsidio, cada vez menos, y el terror o el miedo se pierde todos los días. Si nos preguntáramos cuáles son los elementos para una transición, parecería que tenemos todas las variables. Hay que unificarlas”.
Guaidó terminó la entrevista reseñando los próximo pasos y la decisión de convocar elecciones presidenciales:
“Lo primero es que tenemos un “plan país”, no solamente de reconstrucción y atención de la emergencia, sino también de futuro y de largo aliento. Para que este sea un país constructor de sueños cumplidos. Con respecto a los tiempos, lo he dicho desde el principio. Esta es la construcción de las capacidades. Las transiciones no se decretan, se construyen con la fuerza política necesaria para derrotar la dictadura y transitar a la democracia. Ha habido muchos ejemplos en el mundo: Polonia, Venezuela en 1958, Chile y muchos otros sitios. Tenemos las variables necesarias y podemos ejercerlas para lograrla en un corto tiempo. Si mañana, por ejemplo, cesa la usurpación e iniciamos el proceso de transición, en seis, nueve meses, máximo 12, pudiéramos tener una elección libre”.