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El fraude y la corrupción, los miedos de los colombianos

El fraude y la corrupción ocasionan pérdidas económicas a empresas, inversores y empleados, además del daño reputacional que esto conlleva.

De acuerdo con la versión número 15 de la Encuesta Global de Fraude 2018, realizada por EY, el 16% de los encuestados en Colombia, ha experimentado algún caso de fraude significativo en los últimos dos años.

En el estudio participaron 2550 ejecutivos de 55 países, de los cuales 50 fueron empresarios colombianos de diferentes sectores, quienes coinciden en la necesidad de encontrar una solución a la falta de ética y honestidad que se vive en el país, y puntualmente en los negocios, donde son las principales causantes de la corrupción y estafas.

El 60% de quienes participaron en la encuesta en Colombia, aseguran que el fraude y la corrupción representan el mayor riesgo para su negocio, seguido de la regulación ambiental cambiante, con el 40%, y el ambiente macro-económico con el 34%.

Pese a los esfuerzos de las compañías y sus directivos por combatir el riesgo de fraude y corrupción, la encuesta demuestra que la percepción de que dichos riesgos están presentes en Colombia, aumentó un 14% respecto al estudio realizado en 2016 pasando de un 80% a un 94%.

Aunque el Código Penal Colombiano, establece un régimen administrativo sancionatorio especial para las personas jurídicas y naturales, que participen en la conducta de soborno; y que existe una ley que vigila la adopción de programas de transparencia y ética empresarial, a septiembre de 2017 se habían abierto investigaciones a 106 empresas por no reportar la implementación de sus programas de ética empresarial, según informes de la Superintendencia de Sociedades.

“Actuar con integridad permite a las empresas reducir las inspecciones de las autoridades y sus multas, además de atraer y retener a los mejores empleados y clientes. Por ello no es sorprendente que el 58% de los encuestados crean que la integridad contribuye con el desempeño exitoso en los negocios y el 52% con las percepciones positivas de los clientes y del público en general”, afirmó Ignacio Cortés Castan, Socio Principal, Líder Regional Latinoamérica del Norte de los Servicios Forenses y de Integridad de EY.

A pesar de esto, el estudio realizado por EY refleja que el 34% de los encuestados aseguran que en Colombia utilizar el soborno para obtener contratos es una práctica común, y muchos otros, justifican ofrecer pagos en efectivo, entretenimiento, regalos o tergiversar el rendimiento financiero, como ayuda para que sobreviva un negocio a una recesión económica.

Dado lo anterior, las organizaciones deben esforzarse en mejorar la eficacia de sus Programas de Cumplimiento, Políticas Anticorrupción, Sistemas confidenciales de denuncia, Procesos de Debida Diligencia, entre otros, a través de una adecuada actualización, evaluación y monitoreo, desde la perspectiva de integridad, de su cultura y clima ético; así como de los controles y mecanismos de gobierno, apalancándose en el uso de nuevas tecnologías que le provean de una mejor y relevante data interna para esta evaluación.