En una operación adelantada por el Gaula del Ejército Nacional, se logró la liberación de dos agricultores, que habían sido secuestrados por el frente 48 de las disidencias de las Farc, y quienes, de acuerdo a las investigaciones, serían asesinados por el no pago de su liberación.

El día 14 de febrero se recibió en el Gaula Putumayo la denuncia por el secuestro de dos hombres que se dedican a la agricultura en esta zona del país, de manera inmediata las unidades de inteligencia desplegaron sus capacidades para iniciar con las operaciones que permitieran la ubicación y posterior liberación de las dos personas cautivas.

El día 16 de febrero en horas de la mañana, se inician las operaciones pertinentes para este tipo de casos, contando con todas las capacidades y tecnología de punta, lo cual logra obtener las primeras informaciones provenientes de fuente humana, permitiendo en el menor tiempo posible dar con la ubicación de los secuestrados, iniciando así con la operación República II.

El pasado 17 de febrero se inicia la operación, teniendo un éxito rotundo, toda vez que se logró llegar hasta el sector en la vereda la Unión, municipio de San Miguel, Putumayo, sin ser detectados, utilizando técnicas de infiltración que tomaron por sorpresa a los captores que se encontraban custodiando a los dos secuestrados, obligando a que estos huyeran. Una vez asegurado el lugar, los dos agricultores son liberados, desatandolos y valorandolos inmediatamente por nuestros enfermeros de combate.

Los liberados, fueron identificados como Henry Cañar Jamioy y Emanuel Fabián Melo, dos hombres dedicados a la agricultura, oriundos de Nariño y Cauca respectivamente, luego de su liberación, fueron conducidos hasta un lugar seguro, donde tuvieron la oportunidad de reencontrarse con sus familias. Después de lograr el rescate, se pudo establecer que los dos agricultores estarían bajo el poder de aproximadamente siete hombres quienes portaban armas de corto y largo alcance.

Los soldados de la Sexta División corroboran su compromiso por salvaguardar y proteger a la comunidad, atacando y minimizando todos los factores de criminalidad y terrorismo que puedan llegar alterar la vida cotidiana de las comunidades e invitan para que todo acto que atente contra la integridad y seguridad de la comunidad, sea denunciada a través de la línea gratuita 147.