La concejal María Fernanda Rojas radicó el proyecto que tiene por objeto promover el reemplazo del asbesto en la construcción de obras a cargo del Distrito por otros materiales que no representen peligros para la salud, el medio ambiente y la vida de los funcionarios y funcionarios.
Rojas radicó ante la Secretaría General del Concejo de Bogotá el Proyecto de Acuerdo número 107 por medio del cual se promueve el reemplazo del asbesto en la construcción de obras a cargo del Distrito.
La iniciativa radicada en la Secretaría General del Concejo y que pasará a debate en la Comisión de Gobierno, propone remplazar el asbesto por otros materiales que no representen peligros para la salud, el medio ambiente y la vida de los funcionarios que laboran en las dependencias oficiales y los ciudadanos y usuarios que las frecuentan.
Según explicó la cabildante estos materiales se utilizan en la construcción, la industria del plástico y la industria automotriz. De esta forma, que pueden estar presentes tanto en tejas, tuberías de agua, aislamientos, tabiques, pavimentos, masillas, pinturas, tuberías, persianas y pastillas de freno, entre otras cosas.
“Bogotá debe marcar un precedente para el resto de la sociedad, mejorando el ambiente de los edificios públicos para funcionarios y usuarios. Ya existen dos municipios en Colombia que nos dan ejemplo como es el caso del municipio de Chivatá, en Boyacá, que prohibió el uso de asbesto en el área rural y urbana de la localidad; y El Colegio, en Cundinamarca, que también aprobó la prohibición con el acuerdo 010 del 22 de diciembre de 2018”, destacó la Concejal Mafe Rojas.
Las personas están expuestas al asbesto principalmente por inhalación e ingestión. En el primer caso, se absorben las fibras de asbesto suspendidas en el aire por las vías respiratorias. Puede que esto ocurra durante la minería y procesado del asbesto, durante la fabricación e instalación de productos que lo contengan o durante la demolición o renovación de edificios viejos. En el segundo caso las fibras de asbesto son deglutidas al consumir alimentos o líquidos contaminados, tales como agua que fluye por tuberías de cemento de asbesto.
De acuerdo con las cifras mundiales de comercio del asbesto, publicadas por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y citadas en el estudio, el consumo de este mineral aumentó en Colombia en un 26% en 2012, pasando de 20.048 toneladas en 2011 a 25.164 toneladas al año siguiente.
En el país el asbesto es producido en grandes cantidades. Según los resultados de la investigación, para el año 2007 Colombia fue el sexto país que más producía este mineral a nivel mundial. Además, el país también comercializa muchos productos que lo contienen, principalmente tejas, láminas, discos de embrague, bandas de frenos, bloques de frenos, pastillas de frenos, cordones, telas, cintas, aislamientos térmicos, empaquetaduras, papel y cartón industrial.
Inglaterra fue uno de los primeros lugares donde se tomaron medidas para proteger a los trabajadores de la industria del asbesto, después de observar la recurrencia de enfermedades respiratorias en estos. Fue así como durante la década de 1.930 se instalaron sistemas de ventilación y escape de emisiones en las fábricas. Desde entonces, se han venido tomando medidas en otros países para reducir la exposición de las personas a este material, y la prohibición de su uso en materiales de construcción.