–Con medida de aseguramiento en centro de reclusión fueron cobijados dos policías activos y un civil, quienes supuestamente integraban una banda dedicada al atraco y al secuestro en el departamento del Tolima. Los uniformados fueron capturados en flagrancia hurtando una alta suma de dinero en una vivienda de Ibagué, la capital tolimense.
Los investigados por la Fiscalía responden a los nombres de Yeison Julián Aguilera Díaz y Javier Palma Barragán, uniformados de la Policía; y el particular Cristian Chacón Vanegas, quienes fueron imputados por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las fuerzas armadas en concurso heterogéneo y sucesivo con hurto calificado y agravado, falsedad marcaría agravada y secuestro agravado.
Los sospechosos fueron detenidos por unidades de Policía de Vigilancia, en atención al llamado de una de las víctimas, quien daba cuenta de una situación anómala en su residencia ubicada en el barrio Jordán, primera etapa, de Ibagué.
Según relato del fiscal de la Unidad de Flagrancias de la Seccional Tolima que conoció el caso, un grupo de por los menos 7 hombres, vistiendo prendas de la Policía y con armas de fuego, ingresó al lugar con una falsa orden de captura. Una vez adentro, los agresores amarraron a todos los que allí se encontraban, los subieron a la terraza y los mantuvieron retenidos hasta que las autoridades lograron su rescate.
Se pudo establecer que los indiciados sabían de una suma superior a los $100.000.000 que un comerciante, residente en el lugar, había retirado el día antes de una entidad bancaria, por lo que fueron en busca del botín.
En el operativo fueron recuperadas varias armas de fuego de uso privativo y fue inmovilizado un vehículo en el que se transportaban, el cual tenía placas falsas.
Ninguno aceptó responsabilidad alguna frente a la imputación del ente acusador y todos permanecerán privados de la libertad hasta tanto culmine la investigación.
Es de anotar que en días pasados, un hecho similar ocurrió en el barrio La Pola de la ciudad bajo el modus operandi, conservando las características tanto de los falsos funcionarios como del vehículo. Ese día sólo lograron hurtar el arma de dotación del vigilante del edificio que sería objeto del robo, y el DVR que guardaba el registro de los videos de seguridad, con el fin de evitar ser reconocidos.