Si estamos atentos, todos podemos detectar cuando un niño, niña o adolescente está siendo víctima de algún tipo de abuso, ya sea físico o emocional.
Según la organización Red PaPaz, que trabaja por la protección de la niñez, estas son señales que pueden alertar sobre esta situación:
Señales emocionales o de comportamiento
– Cambios drásticos en su comportamiento.
– Tristeza y llanto fácil, o mal genio y no querer hablar al respecto.
– Aislamiento de la familia, amigos o compañeros, y apatía.
– Interacción violenta y agresiva.
– Obediencia a cualquier persona, en busca de aceptación y cariño.
– Pesadillas, miedo a dormir solo; en general, trastornos del sueño.
– Comportamientos de niño más pequeño, por ejemplo, orinarse en la cama.
– Difícilmente confía en los demás y le cuesta trabajo hacer amigos.
– Desmotivación académica y mal desempeño escolar; o se sumergen en largas jornadas de estudio evitando el contacto con su grupo de amistades y la participación en actividades que hacía habitualmente.
– Realizan comportamientos autodestructivos, autoagresivos o autolesivos, es decir, conductas deliberadas o intencionales destinadas a producirse daño físico directo en el cuerpo, sin la intención de provocar la muerte.
Señales de abuso sexual con contacto
Los siguientes síntomas físicos podrían estar presentes en casos de abuso físico.
– Presencia de flujo vaginal en niñas pequeñas.
– Infecciones de transmisión sexual.
– Enrojecimiento, moretones, rasguños, heridas o cualquier tipo de lesiones en cuello, boca, senos, nalgas, bajo abdomen o muslos.
– Sangrado o heridas en el área genital o anal.
– Dolor de cabeza y dolor abdominal crónico, sin enfermedad que lo justifique podrían ser producidos por la ansiedad que produce el abuso sexual.
– Dolor al orinar o al defecar.
– Dificultad para caminar o sentarse.
– Molestias anales, estreñimiento o diarreas a repetición.