De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de seis millones de personas en el mundo sufren de párkinson, una enfermedad que, gracias a los avances tecnológicos, cada día, resulta más fácil obtener su diagnóstico y acceder a tratamientos especializados que permitan controlar la enfermedad de una forma más amigable.
Precisamente, la estimulación cerebral profunda es uno de los tratamientos potenciales con positivos resultados para los pacientes diagnosticados con Enfermedad de Parkinson. Éste novedoso procedimiento quirúrgico es usado para tratar una variedad de síntomas neurológicos invalidantes tales como: el temblor, la rigidez, el agarrotamiento, el movimiento lento y los problemas para caminar.
El procedimiento también se usa para tratar el temblor esencial, un trastorno neurológico común del movimiento. Actualmente, se usa solamente en pacientes cuyos síntomas no pueden ser controlados adecuadamente con medicamentos.
La Dra. Mary Fonseca, neurocirujana del Instituto Roosevelt indica “Durante una intervención quirúrgica se implantan dentro del cerebro unos electrodos que van asociados a una batería, como un marcapasos cardiaco, el cual produce estímulos eléctricos sin lesionar el cerebro; dicha estimulación ayuda a controlar los síntomas de la enfermedad y responder mejor a la medicación” puntualiza.
De la misma manera, la especialista relaciona los aspectos más importantes a tener en cuenta para detectar la enfermedad a tiempo:
· Pérdida de olfato: aunque no es muy notorio y suele relacionarse con otros factores, los pacientes con párkinson empiezan perdiendo parcialmente el sentido del olfato.
· Movimientos anormales: con el tiempo, la enfermedad puede retardar el movimiento. Una manera de identificarlos es ver si los pasos se vuelven más cortos al momento de caminar o ver si se empieza a arrastrar los pies mientras se intenta caminar.
· Rigidez muscular: la rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden ser dolorosos y limitar la posibilidad de movimiento.
· Problemas de equilibrio: uno de los síntomas es tener la sensación de pérdida de equilibrio en la marcha, debido a que ésta afecta el sistema nervioso se presentan las alteraciones de coordinación en cada actividad.
“Si alguna persona detecta alguno de estos síntomas debe consultar a su médico general quien lo remitirá a un neurólogo; el diagnóstico debe ser clínico, es decir, dado por un experto que conozca de la enfermedad ya que su tratamiento debe ser integrado por neuropsicología. psiquiatría, terapia física, rehabilitación neurología y neurocirugía de movimientos anormales” concluye la Dra. Fonseca.
