Por:Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia
DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (222)
Estamos en abril de 2019, siglo XXI en la era de Cristo, y en la última semana de este mes celebramos los días de la tierra, de los libros y de los niños. Es una sola celebración, sin grandes resultados para mostrar. Por el contrario, tenemos muchas razones para sentirnos culpables de los retrocesos que hemos dado en estos temas.
Deliberadamente aceleramos la muerte de la tierra, hemos pasado de la alegría de leer a la pereza de leer y muchos niños viven sin familia, sin educación de calidad, sin garantía de sus derechos.
DÍA DE LA TIERRA
En el día de la tierra debemos “crear una conciencia común a los problemas de la sobrepoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.”
Los estudios sobre el deber de conservar, de proteger la tierra llenan millones de páginas en libros que solo leen los expertos y a los que no tienen acceso los niños, las personas menores de 18 años.
Cada año se reúnen los expertos en cambio climático para cenar a manteles y compartir el deterioro del planeta. Se enteran de las miles de hectáreas en las que se han talado bosques, del aumento de la minería que destruye el equilibrio ecológico, del aumento de la polución, de la cantidad de toneladas de residuos y de plásticos que han invadido nuestros ríos y mares, del deshielo de nuestras montañas, de la muerte de ríos y quebradas, de los estragos de fuertes lluvias y de sequías prolongadas y al final hacen declaraciones y firman protocolos que saben que no se van a cumplir.
A estos “científicos” como a otros muchos “doctores” les importa la foto y académicamente la creación de diplomados, especializaciones, maestrías, doctorados y posdoctorados en ambiente, en preservación de recursos naturales y tengo el pálpito de que muchos de esos doctos no tienen ni la menor idea de cómo se siembra un árbol, de cómo se regenera la naturaleza.
Necesitamos acciones y menos declaraciones. Que todos los días, todas las horas sean hábiles para recuperar nuestra madre tierra, la única que tenemos.
EL DÍA DE LOS LIBROS
Invito a recordar los siguientes pensamientos: Mario Vargas Llosa, confiesa que “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. Benjamin Franklin, sentencia que “Carecer de libros propios es el colmo de la miseria” y Nicolás de Avellaneda opina que “Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él”. Lo mismo se debe pensar de la mujer, los niños, las niñas y los adolescentes.
El 23 de abril celebramos el día del idioma castellano, el día de los libros. Y recordamos que un 23 de abril nació el gran Marco Fidel Suárez, cultor colombiano de nuestro idioma y que un 23 de abril murió Miguel de Cervantes Saavedra, inmortal en su inmortal El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
El Presidente Alfonso López Pumarejo, por DECRETO 707 DEL 23 DE ABRIL DE 1938, instituyó el DIA DEL IDIOMA. Su Ministro de Educación era el educador JOSE JOAQUIN CASTRO MARTINEZ.
Este decreto está vigente, pero no se cumple. Recordemos que en los establecimientos de enseñanza primaria, secundaria los respectivos maestros o profesores dictarán en ese día conferencias sobre el idioma castellano, y darán lectura a trozos escogidos del QUIJOTE, o de otras obras célebres de la literatura española.
Que en las escuelas normales y en los colegios de enseñanza secundaria que dependan de la Nación se abrirán concursos para premiar el mejor estudio sobre el idioma castellano. Los alumnos vencedores recibirán del Ministerio de Educación Nacional un ejemplar del Quijote y una mención honorífica por sus méritos en la propaganda y defensa del idioma patrio.
Con tristeza debo decir que hemos pasado de la alegría de leer, a la pereza de leer y sin exagerar a la librofobia. Lo más leído ahora son Twitter y WhatsApp vacíos de ciencia y en su mayoría llenos de odios y de descalificaciones.
DÍA DE LOS NIÑOS
Se extiende a niños, niñas y adolescentes. Tiene por objeto “resaltar el papel de la primera infancia en la sociedad, promover sus derechos y desarrollar actividades para su bienestar.” Y se celebra el último sábado del mes de abril de cada año.
Vale la pena recordar que la Constitución quiere niños creados y criados por progenitores que estén preparados para ser garantes del cumplimiento de todos sus deberes. Hijos con padres que hayan decidido de manera responsable y libre el número de hijos de tal manera que a todos los puedan sostener y educar con esmero mientras sean menores o impedidos y les puedan brindar su apoyo en caso de adversidad.
En la práctica lo que tenemos son POLÍTICAS ANTI NIÑEZ.
Ordena la Constitución que “La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos.”
Si la familia, la sociedad y el Estado cumplieran con sus obligaciones de asistir y proteger a niños y niñas para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos, Colombia sería un país de los mejores en calidad de vida. En la práctica la familia, la sociedad y el Estado se han empeñado en desarrollar políticas para violar, para desconocer esos derechos fundamentales de la niñez.
Las políticas anti niñez las patrocinan los progenitores irresponsables, los que favorecen el embarazo para promover lo que de manera malévola llaman el derecho fundamental al aborto, los que motivan el embarazo para que haya hijos que sean parte del mercado rentable de la adopción o para la explotación en todos los sentidos, para que sufran hambre, se vuelvan adictos a las drogas prohibidas entre las que se encuentra el licor en todas sus presentaciones, para que tengan la experiencia sucesiva de conocer noviastros, padrastros, noviastras, madrastras, quienes ofrecen educación mentirosa sin deberes escolares y con garantía de recibir diplomas sin soporte académico porque todavía vive la promoción automática e irresponsable.
CULTIVEMOS EL AMOR POR LA TIERRA Y LA FAMILIA
Cultivemos el respeto, las palabras decentes y el civismo para lograr una sana convivencia con la madre tierra y la sociedad.
Bogotá, del 22 al 28 de abril de 2019
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