Papa Francisco pide a peluqueros italianos trato cristiano a sus clientes y evitar el chisme
–“Ejerciten su profesión con estilo cristiano, tratando a los clientes con amabilidad y cortesía, y siempre ofreciéndoles una buena palabra y ánimo, evitando caer en la tentación de la habladuría que se insinúa fácilmente en su ambiente de trabajo, como todos sabemos”, les dijo el Papa Francisco este lunes a los Peluqueros del Comité San Martín de Porres, a quienes recibió en audiencia, en la Sala Clementina del Vaticano, en ocasión de su peregrinación a Roma.
En su discurso, el Santo Padre saludó a los miembros de este Comité que agrupa a los peluqueros, peluqueras y esteticistas de diversas regiones italianas, que llegaron a Roma en peregrinación a las tumbas de los Apóstoles y para encontrarse con el Sucesor de Pedro.
“Esta peregrinación – precisó el Pontífice – es un signo de la importancia que atribuyen a la fe cristiana, así como de la dimensión religiosa que caracteriza a su asociación. Esto se puede ver en el hecho de que está dedicado a un santo, el peruano Martín de Porres”, expresó el pontífice.
Dijo que Martín de Porres, como mestizo, fue aceptado en la Orden de los Padres Dominicos sólo como terciario y luego como hermano colaborador. Aceptó esta condición viviendo una existencia de máxima humildad, irradiada por el amor. Se dedicó con abnegación a los pobres y a los enfermos, proporcionándoles asistencia sanitaria, gracias a las nociones que aprendió primero en una farmacia y luego como alumno de un barbero-cirujano, según la costumbre de la época”.
En este sentido, el Papa Francisco dijo que, la humilde y gran figura de San Martín de Porres, a quien el Papa Pablo VI proclamó patrón de su categoría en 1966, les ayuda a dar un testimonio constante de los valores cristianos.
“Los anima, sobre todo, a ejercitar su profesión con estilo cristiano, tratando a los clientes con amabilidad y cortesía, y siempre ofreciéndoles una buena palabra y ánimo, evitando caer en la tentación de la habladuría que se insinúa fácilmente en su ambiente de trabajo, como todos sabemos”.
Asimismo, el Santo Padre alentó a los peluqueros a que cada uno pueda actuar siempre con rectitud, haciendo así una contribución positiva al bien común de la sociedad.
Antes de concluir su discurso, el Pontífice invocó sobre cada uno de ellos y sobre su Asociación, así como sobre sus colaboradores y familiares, los dones del Espíritu Santo y les pidió que oren por él y les impartió la Bendición Apostólica.