Opinión

CIUDAD CENTRO, CIUDAD CAMPESINA.

Por: Diego Calle Pérez.
CORTO Y PUNTUAL
Mi niñez, -como canta Serrat-, se desarrollaba entre los pueblos de los abuelos y los estudios en Medellín. Nuestros referentes siempre fueron barrios periféricos al occidente de la ciudad. Poco escuchamos la retreta los domingos en el parque de Bolívar y rara vez nos vimos chupando cono en el parque de Berrio.

Solo estando en el servicio militar tuve la posibilidad de conocer barrios como Castilla, La Milagrosa, Caicedo, Villa Hermosa. Para esos años las universidades eran el alma mater, la nacional, la autónoma latinoamericana, universidad de Medellín, Eafit, hoy se cuentan casi 40 y una con nombre de Cooperativa.

Conozco ciudades de países de América, unas 37 entre capitales, pero nunca una ciudad que tenga 5 corregimientos como Medellín. Los encantos de los corregimientos de Medellín, es su vida campesina. Muchos habitantes del centro, añoran en estas épocas de contaminación, vivir en un corregimiento. Al Occidente de la ciudad, se encuentra San Sebastián de Palmitas, fundado en 1742 conocido como Palmitas debido a las Palmas de Cera encontradas en su territorio.

San Cristóbal, fundado en 1752, surgió como descanso de arrieros que transitaban de Santa fe de Antioquia a Rionegro en viceversa. AltaVista, de los corregimientos que proyecta el futuro crecimiento del gran barrio Belén, fue en su época, paso de los que llegaban de Heliconia y municipios del Suroeste. San Antonio de Prado, fue municipio en 1903, su vida municipal solo duro 4 años, pasando nuevamente a corregimiento en 1907, es otro crecimiento urbano que se extiende de Medellín y se ha proyectado una carretera por el barrio belén rincón, que no se concreta en 30 años de alcaldes llegando con la promesa.

Santa Elena se convirtió en corregimiento en 1987 y es el más densamente poblado por la fama de los silleteros y cercano al oriente antioqueño. El propósito es insistir, mientras se le invierten billones al centro de la ciudad y se trata de recuperar barrios como naranjal y arrabal sin mecenas privados, que quieran invertir en embelecos urbanísticos, los corregimientos crecen sin planificación rural y apenas se habla de su potencial, cuando algunos candidatos, en campaña electoral le coquetean al número de habitantes que hoy se encuentran en el sector campesino de la ciudad.