Científicos de la Universidad de Columbia de Nueva York acaban de hallar un reservorio de casi 3,000 kilómetros cúbicos de agua dulce en sedimentos porosos bajo el agua salada del mar en la costa noreste de Estados Unidos, que va desde Massachusetts hasta Nueva Jersey. Unos 350 km de la costa del Atlántico.
Los expertos aseguran que es una gigantesca reserva natural de agua dulce en el mismísimo fondo del océano, que podría ser uno de los primeros indicios de otros hallazgos similares en lugares tradicionalmente áridos como California, Australia, el Medio Oriente o África. Zonas donde podría ser una gran solución para mitigar los problemas de sequía o de falta de agua dulce para consumo que arrastran desde hace siglos.
“Sabíamos que había agua dulce allí en lugares aislados, pero no sabíamos la extensión ni la geometría”, aseguró Chloe Gustafson, autora principal de la investigación publicada en la revista Scientific Reports. “Podría llegar a ser un recurso importante en otras partes del mundo”, aseguró en un comunicado de prensa.
El geofísico Kerry Key, coautor del estudio, también sugiere que estas reservas podrían hallarse en muchas otras partes del mundo, y podrían abastecer de agua dulce a lugares áridos que la necesitan urgentemente.
“Si podemos demostrar que hay grandes acuíferos en otras regiones, eso podría representar un recurso en lugares como el sur de California, Australia o África”, explicó.
Del nuevo hallazgo también concluyeron que el agua sí se podría beber, aunque Kerry Key considera que solo habría que desalinizar el agua de las partes más lejanas del acuífero para la mayoría de los usos, algo mucho menos costoso que potabilizar el agua marina.
En su trabajo investigativo pudieron determinar que el agua de esa reserva es más dulce cerca de la costa. Cuando se adentra más hacia el mar, se torna más salada. Puede, dijo Key, que con el tiempo ambos tipos de agua se hayan ido mezclando.
El agua dulce terrestre contiene sal en menos cantidades de una parte por mil. Esta es la misma cifra que hallaron en la reserva acuática cerca de la costa, donde alcanza las 15 partes por mil. En comparación, el agua de mar típicamente tiene 35 partes por mil.
Según el grupo de geólogos, este tipo de acuífero puede ser abundante en el planeta, aunque todavía faltan más estudios para determinar sus verdaderos volúmenes y cómo se distribuyen por los océanos del mundo.
Pero, ¿cómo llegó esa agua hasta allí?, nos podemos preguntar. Los expertos creen que el acuífero se formó durante el fin de la Era de Hielo, cuando grandes cantidades de agua dulce pudieron quedar atrapadas en sedimentos rocosos y formar lo que denominan como “agua fósil”, y también por la lluvia y cuerpos de agua que se filtran a través de los sedimentos en la tierra y llegan hasta el mar.
Para localizar ese reservorio, los investigadores utilizaron ondas electromagnéticas. Desde los años 70 ya había algunos indicios que apuntaban hacia la existencia de este tipo de acuífero, porque en algunas perforaciones petroleras lo que salía era agua dulce. Pero realmente no tenían ninguna certeza de que pudiera ser un depósito aislado o un reservorio tan grande.
Por eso los investigadores se dieron a la tarea de conocer el área. Comenzaron a lanzar sondas desde un barco para medir el campo electromagnético en las profundidades.
Con la señales de baja conductancia pudieron determinar que en esos fondos del océano había agua dulce y que los depósitos son casi continuos, que van desde la línea de la costa hasta 130 kilómetros mar adentro. Pueden localizarse entre los 180 metros y los 360 metros bajo el fondo marino.
Este hallazgo debajo del océano abre una nueva puerta en la búsqueda de alternativas de reservas de agua para el consumo humano y otros usos. Otra opción que podría evitar mayores conflictos por el agua que todos necesitamos, sin sobreexplotar ni agredir más a nuestro dolido planeta, donde no podríamos vivir sin agua.
Con información de Yahoo Noticias