La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, anunció este martes que se apartará del cargo durante un tiempo tras ser nominada para conducir el Banco Central Europeo (BCE).
A través de su cuenta de Twitter escribió que “a la luz de eso y en consulta con el Comité de Ética de la Junta Directiva del FMI, he decidido apartarme temporalmente de mis responsabilidades como Directora Gerente del FMI durante el período de nominación”, añadió.
Lagarde se convierte así en la aspirante a sustituir a Mario Draghi a la cabeza del BCE después del próximo 31 de octubre, cuando termina el mandato de ocho años del economista italiano.
Aunque la presidencia del Banco Central Europeo es un puesto más técnico que político, los líderes comunitarios la han incluido en la lista de los principales cargos de la Unión Europea que se deben renovar y que los mandatarios han pactado hoy.
Para que Lagarde se convierta de forma efectiva en la primera mujer presidenta del BCE, el Consejo de la Unión Europea -los ministros de los Estados miembros- debe dar su visto bueno. También se deben mantener consultas con la Eurocámara y el Consejo de Gobierno del BCE (compuesto por los seis miembros del Consejo Ejecutivo y los gobernadores de los bancos centrales de los diecinueve países del euro).
Tras ese proceso, los líderes de la UE podrán designarla oficial y definitivamente como presidenta del BCE.
El nombre de Lagarde había sonado para presidir la Comisión Europea o el Banco Central Europeo durante los últimos meses, pero el pasado 13 de junio argumentó que ya tenía un “mandato” en el FMI, al ser preguntada sobre si asumiría uno de los altos cargos institucionales de la Unión Europea.
“Me siento honrada de formar parte a veces de este ‘mercato’ europeo, pero tengo una misión, una función y un mandato, así que cumplo mi misión y efectúo mi mandato”, afirmó durante una rueda de prensa al margen del Eurogrupo que se celebraba en Luxemburgo.