La formación para el siglo XXI debe tener componentes de desarrollo humano, emocional y cognitivo. Es importante que las instituciones educativas construyan un escenario de formación y socialización donde los niños y jóvenes puedan desarrollar un nivel académico originado en una buena convivencia que refleje autonomía, libertad y dignidad humana.
Temas como el desarrollo del potencial individual, el respeto y los programas para control del matoneo forman parte de la evaluación que realizan actualmente los padres en el proceso de elección de un colegio por primera vez o cuando se identifica la necesidad de un cambio.
Para Daniel Rivero, fundador del grupo educativo Monterrosales resulta fundamental “escuchar a los niños cuando manifiestan que se quieren cambiar de colegio. Conocer sus motivos, sus miedos y sus expectativas, permite que los padres evalúen que no siempre el colegio donde se inicia la formación académica, es el mismo en el cual se debe finalizar”.
A través de su experiencia pedagógica ha encontrado que es necesario analizar los proyectos educativos de forma integral para promover estilos de educación que desarrollen el máximo potencial de los estudiantes, no solo en aspectos tradicionales, sino en una visión holística que incluye a las ciencias, las artes y el deporte. En últimas promover estilos de bienestar dentro y fuera del aula.
Es digno de resaltar que en Colombia, “en solo una década, la esperanza de vida escolar ha aumentado dos años, y la participación en la Atención Integral y Educación de la Primera Infancia, EIAIPI, y la educación superior se ha incrementado en más del doble; hasta el 40 y 50 por ciento respectivamente”.
Para elegir el primer colegio resulta vital que se analicen las fortalezas y oportunidades de mejora de los niños y jóvenes. Es muy importante acompañarlos en su desarrollo inicial, viendo cómo se relacionan con sus pares y realizar pruebas cognitivas para medir competencias. Con base en esto, se debe comparar lo que ofrece el proyecto pedagógico en función de lo que los padres están buscando para sus hijos.
Así mismo, entender que “la escuela y la familia suscriben un pacto en el que la academia se compromete de manera firme a entregarle a la sociedad un individuo competente y profesionalmente capaz, un sujeto que sea respetuoso de los valores y tradiciones de la comunidad a la que pertenece, un individuo autónomo, responsable y con capacidad de modificar lo existente o de legitimar el orden establecido con base en criterios ético-morales claros. Para cumplir con esta función, la escuela se convierte en un lugar de vida; de continua lectura reflexiva de lo que está pasando en el espacio vital de los individuos y de si sus interacciones configuran una cotidianidad del respeto, la negociación, la inclusión”.
Aunque hay una tendencia creciente en encontrar opciones de innovación educativa y desarrollo humano, muchos padres siguen eligiendo colegio por tradición o relación social. Al respecto, Daniel Rivero fundador del grupo Monterrosales, asegura que las guías o pruebas que deberían tener los padres para saber cuál es el tipo adecuado de colegio para sus hijos, corresponde idealmente en medir la función cognitiva y capacidades intelectuales, para ello existen los centros de psicología donde evalúan tales habilidades, dando claridad que no se intenta encontrar los problemas, sino que se quieren identificar y conocer a profundidad las características de su hijo(a), pues con base en estos resultados se centra la búsqueda de un modelo adecuado, según las características individuales del estudiante.
Los nuevos modelos educativos promovidos por Rivero destacan el respeto por el estudiante y su singularidad. “Hay que trabajar en desarrollar la autonomía, el emprendimiento a través de fortalezas, buscar excelencia académica, sin olvidar la importancia de las relaciones interpersonales y la inteligencia emocional. Temas como el manejo del bullying y discriminación entre los estudiantes deben ser tenidos en consideración como aspectos claves de evaluación por parte de padres a la hora de elegir la institución educativa para sus hijos”, destaca el fundador del grupo educativo Monterrosales.
“La escuela será así el espacio del intercambio, de la confrontación continua entre lo que se enseña y lo que se aprende, de la construcción conjunta de prácticas culturales del reconocimiento de las subjetividades; será el escenario en donde la responsabilidad educativa se transfigure en un acto, en una práctica, en un modo particular de leer las necesidades de la comunidad educativa; será el ambiente natural de la interacción y de la constitución de sentidos culturales, sociales y pedagógicos que convoquen a los sujetos a vivir bajo el presupuesto de la dignidad humana, el respeto a la diferencia y la justicia social”.
5 CLAVES PARA TENER EN CUENTA EN LA ELECCIÓN DEL COLEGIO
1. Conexión docente-alumno: Reconocer que los maestros y alumnos deben construir una relación basada en la confianza y el respeto, llevarse bien con el mínimo de reglas posible.
2. Ambiente alegre: Un niño o joven tiene interés en ser buen estudiante si percibe su colegio como un lugar placentero donde encuentra amor, pertenencia, poder, libertad y diversión. Si no es feliz, es más factible que se resista a trabajar duro académicamente.
3. Utilidad del aprendizaje en la vida diaria: Es clave que los estudiantes comprendan el por qué y para qué necesitan aprender, pues entre más control tengan sobre su aprendizaje, más se esforzarán. Es necesario que busquen aplicaciones reales de lo que están aprendiendo, es decir, para qué les sirve en su cotidianidad lo que les enseñan.
4. Evitar siete conductas destructivas: Los maestros no deben criticar, culpar, quejarse, sermonear, amenazar, castigar y sobornar para controlar a sus estudiantes. Es mejor que apliquen la “Teoría de la elección” que propone el psiquiatra William Glasser: querer, escuchar, apoyar, conciliar, entusiasmar, confiar y ser amigable con sus alumnos.
5. Círculo de estudio: Una manera de reforzar lo aprendido es compartirlo con los compañeros de clase. En este sentido, pertenecer a grupos de estudio es una buena idea. Otra herramienta de éxito escolar son las reuniones de grupo en el aula para ayudar a prevenir y resolver problemas personales, escolares o de clase. Allí todos pueden hablar y escuchar.