El belga Wout van Aert (Jumbo-Visma) se adjudicó este lunes en Albi la 10ª etapa del Tour de Francia, al término de la cual el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step) consolidó su maillot amarillo luego de que varios favoritos como su compatriota Thibaut Pinot perdieran tiempo a causa de los abanicos.
Pinot, que marchaba tercero en la clasificación general al inicio de la etapa, cedió 1 minuto y 40 segundos, al igual que otros aspirantes al podio como el colombiano Rigoberto Urán, el danés Jakob Fuglsang y el australiano Richie Porte.
“¿Qué quieren que les diga? Es un día de mierda”, acertó a contestar a los periodistas el galo, al borde de las lágrimas, tras la etapa.
Otros corredores bien situados en la general al término de la primera semana se dejaron aún más tiempo, como el español Mikel Landa (Movistar), que se cayó tras chocar con la rueda de un rival y terminó dejándose 2 minutos y 9 segundos, o el neozelandés George Bennett (¡casi 10 minutos!).
“Afortunadamente no tengo consecuencias físicas. He podido seguir bien. Es solo pérdida de tiempo y se escapa un poco el objetivo por el que vinimos”, detalló el vasco.
De su lado, el equipo Ineos del británico Geraint Thomas y del colombiano Egan Bernal consiguió un gran resultado antes de la primera jornada de descanso.
El defensor del título escaló hasta la segunda plaza en la general, a 1 minuto y 12 segundos de Alaphilippe, y Bernal hasta la tercera, a cuatro segundos de Thomas.
“Es una jornada perfecta para nosotros. Queríamos intentar aprovechar todas las situaciones, vimos que podíamos abrir diferencias”, declaró Bernal. “Me siento bien, el equipo no me mete presión. Lo más importante no es que Geraint o Egan ganen el Tour, sino que el equipo triunfe. Hay que ganar la carrera, es lo que cuenta”, añadió el nuevo maillot blanco de la ronda gala.
El también colombiano Nairo Quintana (Movistar) estuvo en todo momento con los mejores y se salvó de los abanicos, ascendiendo al 8º escalón de la general, a poco más de 2 minutos del liderato.
– Se acercaron –
Detrás de la escapada del día (integrada por Tony Gallopin, Natnael Berhane, Anthony Turgis, Mads Würtz, Christian Odd Eiking y Michael Schär) se produjo un primer aviso a 64 kilómetros de meta, a iniciativa del Ineos.
Pero todo quedó bajo control antes de que a 38 kilómetros de Albi los Deceuninck movieran la carrera con ayuda del viento. El propio Alaphilippe echó una mano antes de que los compañeros de Thomas (Luke Rowe, Gianni Moscon y Dylan van Baarle) apretaran más el paso.
“Teníamos el doble objetivo de proteger el maillot y a Elia Viviani en el final”, explicó Alaphilippe. “Sabíamos que había riesgo de cortes con el viento de costado, y por tanto mucho estrés en el pelotón”, dijo.
El grupo de Pinot, Urán y Fuglsang llegó a acercarse a una docena de segundos a falta de 20 kilómetros, pero no pudo conectar y la brecha comenzó a aumentar a causa del trabajo del equipo Ineos, relevado luego por los compañeros de los esprínters.
“Realmente no he pensado en la clasificación general, estaba contento de ir delante”, añadió el maillot amarillo.
En el esprint final de esta etapa de 217,5 kilómetros, Van Aert superó por los pelos al italiano Viviani. El joven belga, de 24 años, triple campeón del mundo de ciclocrós en el pasado, debuta en el Tour este año y viene de sumar dos victorias de etapa en el Criterium del Dauphiné.
Con la de Van Aert, el equipo Jumbo suma su cuarta victoria en este Tour, luego de los dos esprints conquistados por Mike Teunissen y Dylan Groenewegen y del triunfo en la contrarreloj por equipos.
“No era una situación ideal para nosotros. El objetivo era competir el esprint con Dylan (Groenewegen). Pero cuando Deceuninck atacó, Groenewegen y Bennett estaban detrás”, analizó el ciclista del Jumbo. “Luego pregunté a Steven (Kruijswijk) si podía hacer el esprint, no puedo creer que haya vencido a gente como Viviani, (Caleb) Ewan y (Peter) Sagan”.
“Es la victoria más grande de mi carrera”, celebró el prometedor belga. AFP