Navas Talero advirtió que aprobar proyecto de “depuración normativa” era una irresponsabilidad gravísima
A pesar de que la iniciativa acaba de ser objetada por el presidente Duque y devuelta al Congreso, para el representante a la Cámara Germán Navas Talero, lo que propició dichas objeciones es solo la punta del iceberg de todo lo que puede entrañar ese batiburrillo.
“Es cierto que hay leyes que a mucha gente no le gustan y hay otras que no sirven; ¿pero que vengamos a jugar a la gallina ciega? ¿Que le digan al Congreso: “anule, derogue, desaparezca”? A mí me parece un acto de irresponsabilidad y yo jamás votaré la derogatoria de una ley a ciegas.” Así lo expresó el representante por el Polo Democrático Germán Navas Talero durante el debate del proyecto de ley que pretendía derogar cerca de once mil leyes y que esta semana fue objetado por el presidente Iván Duque, ante -entre otras- una recomendación por parte de la Corte Suprema de Justicia.
Y es que, según la Corte, la iniciativa contemplaba la derogación del Código de Procedimiento Penal (Ley 600), lo que afectaría alrededor de 82 mil investigaciones, dejando en un limbo jurídico colosales procesos, incluyendo los de algunos aforados constitucionales, los cuales llegarían a unos 850 expedientes.
“… la sanción de la Ley y su publicación produciría solicitudes de libertad y absoluciones porque no existiría ley procesal aplicable, efectos adversos que causarían impunidad, injusticia, privilegios para la delincuencia y un caos para la administración de justicia” afirma en el texto de objeciones la ministra de Justicia Margarita Cabello Blanco.
“Esto me trae a colación lo que se hizo acá [en el Congreso] hace unos años, cuando resolvieron abrir las puertas para que saliera hasta el gato de las cárceles […] Detrás de esa ley había el interés de sacar a algunas personas en especial y eso fue motivo de escándalo en la prensa en ese momento”, recordó el curtido Germán Navas durante su intervención, como vaticinando lo que podría llegar a suceder.
Pocos fueron los que siguieron las observaciones del congresista del Polo y la iniciativa resultó finalmente aprobada por amplias mayorías después de una férrea defensa por parte de uno de sus ponentes y más tenaces defensores, el senador Eduardo Enríquez Maya, quien le dijo a Navas que no debería ser tan desconfiado, puesto que la gente que había estudiado la iniciativa contaba con los más altos pergaminos.
Navas Talero insistió en el riesgo que conllevaba la aprobación de ese proyecto sin un minucioso estudio y finalizó diciendo “¿Se imaginan la cantidad de micos que han podido meter aquí?”
El tiempo y las circunstancias le dieron una vez más la razón al experimentado congresista Germán Navas Talero. Y es que no es fortuito que muchos de sus colegas se refieran a él como “el Decano”.