India lanzó el lunes un cohete al espacio en un intento por desplegar un rover en la Luna, en su misión más ambiciosa hasta ahora para convertirse en una potencia espacial pese a su bajo presupuesto.
De tener éxito, su misión de 146 millones de dólares permitirá a los científicos indios llevar adelante estudios sobre la presencia de agua en el polo sur de la Luna, que no ha sido explorado antes por ninguna otra nación.
“Esta misión nos entregará más conocimiento sobre la Luna”, dijo en Twitter el primer ministro Narendra Modi, elogiando a los científicos responsables por lo que destacó como una iniciativa totalmente nacional.
China, Rusia y Estados Unidos son las únicas otra naciones que han enviado misiones a la Luna.
Una transmisión en vivo mostró imágenes del cohete, que transporta al módulo no tripulado Chandrayaan-2, cuando despegaba desde un centro espacial del sur de India ante la vista de miles de observadores que celebraban el lanzamiento, que fue retrasado durante una semana por un ajuste técnico.
Los propulsores se separaron sin problemas para que la sonda iniciara el viaje de casi 50 días, después de lo cual el Chandrayaan-2 intentará un alunizaje controlado para desplegar un rover en el polo sur del satélite natural.
La nave ingresó con éxito a la órbita de la Tierra, dijo la Organización de Investigación Espacial India (ISRO, por sus siglas en inglés).
En el próximo mes y medio la nave realizará maniobras cruciales para asegurar un aterrizaje suave y controlado, dijo el director del ISRO, K. Sivan, luego de que los ejecutivos y funcionarios de la agencia se felicitaran y abrazaran efusivamente tras el lanzamiento.
“Vamos a experimentar 15 minutos de terror antes de asegurarnos de que el aterrizaje se haya llevado a cabo cerca del polo sur”, declaró a periodistas, describiendo los que se esperan sean los minutos finales antes de que la nave se pose en la superficie lunar, dentro de unos 47 días.
La agencia india ya había mencionado que el descenso a la Luna sería complejo, ya que pueden presentarse problemas por las variaciones gravitatorias del satélite, además de difíciles condiciones del suelo y nubes de polvo en la superficie.
A nivel global, el Chandrayaan-2, será el tercer intento del año por conseguir un alunizaje, después del lanzamiento exitoso de una sonda de China y del despegue de la nave israelí Beresheet, que sufrió fallas y se estrelló en abril. Reuters