El Tribunal Administrativo de Cundinamarca acaba de anular todo lo actuado en el fallo del juez 49 administrativo que había suspendido la adjudicación de TransMilenio por la carrera séptima, lo que demuestra que se actuó con ligereza en un caso tan importante para Bogotá.

Es muy positivo que la revisión que hizo el Tribunal haya dejado sin efecto la medida cautelar por la acción popular de los residentes de Altos de la Cabrera, en la calle 85, porque esto permite empezar a destrabar un proyecto vital para los bogotanos.

El Tribunal encontró que el juez en su afán no vinculó al proceso a los diseñadores del proyecto y por lo tanto violó el derecho a la defensa. Una razón válida si tenemos en cuenta que los residentes se quejaban del impacto que dos puentes vehiculares previstos en la calle 85 los impactarán. Y aquí los diseñadores están en todo el derecho de dar explicaciones dentro del proceso.

El otro asunto que el tribunal tuvo en cuenta para anular este proceso es que la queja de Altos de la Cabrera es concreta sobre el impacto de los puentes, y el juez paró toda la licitación y no solo el tramo que generó esta reclamación.

Con la troncal de la 7ª, se espera beneficiar a 693.000 habitantes de las localidades de Chapinero, Santa Fe y Usaquén que podrían recorrer esa vía en máximo 50 minutos gracias al carril exclusivo que se propone para la circulación de los buses de TranMilenio. Se pasará de un promedio de 10 a uno de 23 kilómetros por hora en la velocidad.

Además de renovar la vía en todo el recorrido, este proyecto, vital para la movilidad, tiene previsto un ramal entre la calle 72 y la avenida Caracas, un Patio Portal en la calle 200, conexiones operacionales en su trayecto y todas las obras complementarias, incluyendo la ciclorruta.

Durante la construcción está previsto que haya mesas de trabajo permanentes con la Cámara Colombiana de la Construcción, la Sociedad Colombiana de Ingenieros y la Sociedad Colombiana de Arquitectos, para garantizar transparencia en el proceso.

Al entrar en operación la nueva troncal se estima que tendrá una demanda de 25.000 pasajeros hora sentido, el número de buses que rueda por esa vía se reducirá en 80 por ciento, y eso significa menos contaminación y mejor movilidad. Y fundamental el hecho que los nuevos buses serán con tecnologías limpias.

Ahora solo esperamos que la Procuraduría actué con diligencia al resolver las inquietudes que tiene sobre la armonización de obras entre la troncal de la séptima y el plan parcial el Pedregal, para que la licitación se pueda adjudicar.

Hay otra noticia positiva para la ciudad: el Consejo de Estado no aceptó las medidas cautelares con las que la oposición buscaba paralizar la licitación del metro. Estamos seguros de que en el trámite de la demanda el Distrito logrará demostrar que la licitación del metro se ha hecho con diligencia, cumpliendo la ley y aplicando los máximos estándares de transparencia.

Lucía Bastidas
Concejal