Bogotá

Secretaría Distrital de Planeación rechaza acusaciones del Consejo Territorial de Planeación

La Secretaría de Planeación rechazó enfáticamente los señalamientos de un grupo de miembros del Consejo Territorial de Planeación CTPD respecto a un posible “volteo de tierras” de aprobarse el POT de Bogotá.

“Este tipo de señalamientos no contribuyen a sostener un diálogo constructivo y productivo entre la Administración Distrital y el CTPD”, aseguró Andrés Ortiz, Secretario de Planeación.

Dichos señalamientos, no solamente son muy delicados sino irresponsables, y desconocen la seriedad y la profundidad técnica con la que se ha adelantado el proceso de formulación del POT.

El “volteo de tierras”, como se conoce popularmente, constituye una actividad delictiva, por lo cual conminamos al Consejo Territorial que, de manera inmediata, rectifique estas afirmaciones tendenciosas.

Dicha actividad delictiva se constituye por la asignación de usos del suelo o el cambio de clasificación (ejemplo de rural a urbano) sin el cumplimiento de los requisitos legales, soportes o estudios técnicos, de manera arbitraria.

Toda propuesta o decisión incluida en el POT cuenta con todos los estudios técnicos que la soportan.

El ejercicio que se hace en la propuesta de POT de cambiar la clasificación de suelos en la ciudad, de rurales a expansión urbana, corresponde a las competencias que constitucionalmente son del distrito, en específico del Concejo de Bogotá, donde se reglamentan los usos del suelo. Por lo tanto, no se puede generalizar que cualquier cambio en la clasificación o del uso del suelo sea un “volteo de tierras”.

La discusión de la propuesta del POT debe mantenerse por fuera de intereses políticos y aún más en el marco de una época electoral como la actual. Debe prevalecer el rigor técnico para beneficio de los bogotanos.

Respecto a las dudas sobre las cifras planteadas por el CTPD reiteramos que las necesidades de vivienda son producto del análisis y las estimaciones de información oficiales publicadas por el DANE; específicamente en tres cosas:

1. El crecimiento de población: SDP reconoce el descenso en el número de personas en que crece la ciudad por nacimientos y defunciones. Mientras que, por este concepto, en 2005 la población crecía en 85 mil personas, en 2018 crece en 55 mil. SDP estima que esta cifra será de 35 mil en 2031. Tiene en cuenta cifras históricas de migración publicadas por el DANE. Adicionalmente, el crecimiento esperado de población venezolana, que solo en 2018 generó un aumento de población igual a 89 mil personas.

2. La recomposición de los hogares por el empoderamiento económico de los jóvenes y la mujer, entre otros: esto generó una caída del tamaño del hogar de 3,5 a 2,9 personas por hogar, entre 2005 y 2018. SDP proyecta que se ubicará en 2,5 en 2031.

3. Las condiciones actuales de la vivienda y la región: Bogotá consumió gran parte del suelo disponible para urbanizar. Por este motivo, en los últimos 12 años hay aumentos de precios del suelo cercanos al IPC + 11%. Esto expulsó población de bajos ingresos a la región. Mientras que, entre 2005 y 2016, el distrito urbanizó 2.631 hectáreas para acomodar a más de un millón de habitantes, los municipios de la sabana ocuparon 19.494 hectáreas, lo equivalente al 51% del área urbana de Bogotá para ubicar a menos de un millón de personas.

Adicionalmente, los altos precios causaron que en la capital se generaran 19.667 desarrollos habitacionales informales, cada año, en zonas donde no hay suficiente espacio público y soportan densidades urbanas 2 veces más altas que en el promedio de la ciudad.

No es cierto que la ciudad produzca 32 mil viviendas al año. Adicional a las ventas que se ubican en un promedio de 36.800 al año, los desarrollos informales cercanos a los 19.667, generan una producción real de vivienda cercana a 56 mil unidades habitacionales al año.