Una ola de “premiumización” está barriendo el mundo donde los consumidores sienten la necesidad de derrochar en artículos exclusivos, desde exquisitos chocolates hasta los últimos teléfonos inteligentes y las tarjetas de metal no son una excepción.
“Las tarjetas de metal son tan deseadas debido a su aspecto y por la forma en cómo hacen sentir a los consumidores”, afirmó Magali Fioux, Head of card bodies & Wearables, Financial Institutions BU at IDEMIA, líder mundial en Identidad Aumentada.
Al igual que muchas marcas de hoy, los bancos están buscando “premiumizar” sus productos y qué mejor manera de hacerlo que con una tarjeta de pago de metal. Esta tarjeta es más pesada que una tarjeta normal, se ve y se siente diferente, y tiene un sonido de tintineo agudo cuando la coloca sobre la mesa, explicó Fioux.
Bancos tradicionales usan tarjetas de metal para “premiumizar” sus servicios
Los bancos han notado que la tarjeta de metal es tan buscada debido a cómo se ve y cómo hace sentir a los consumidores. Esta fue una oportunidad para ingresar al mercado de servicios premium y ellos la aprovecharon. Tome Chase, por ejemplo. Cuando lanzó su tarjeta metálica Sapphire Reserve (a $ 450 / año), la demanda fue tan alta que el banco se quedó sin el metal utilizado para hacer la tarjeta, indica la especialista Fioux.
Entonces, ¿esto qué nos indica? Al observar los números, vemos que el 52% de los millennials estadounidenses con alto nivel adquisitivo encuestados en 2016 ya estaban pensando en obtener una tarjeta premium en los próximos 12 meses. Según un estudio global más reciente de IDEMIA realizado en 2018, más del 50% de los consumidores ahora están dispuestos a pagar por una tarjeta de metal, de los cuales el 70% son menores de 35 años. Las personas sienten la necesidad de ser notadas.
Una tarjeta como ninguna otra
La tarjeta de metal está aquí para quedarse. Como líder en la industria de tarjetas de pago, IDEMIA creó las tarjetas de metal Smart Prime para responder a las expectativas de los consumidores más exigentes. Están hechos con materiales de primera calidad, elaborados con sofisticadas técnicas de impresión y vienen en diseños contemporáneos. Se ven y se sienten elegantes, pero lo más importante es que ayudan a los consumidores a destacar y sentirse bien.
Los nuevos bancos encabezan el juego
Bancos de última generación o mejor conocidos como Neobanks, como N26 y Revolut, han comprendido el gran potencial de estas tarjetas y son dos ejemplos de instituciones bancarias que ofrecen tarjetas de metal. Los ven como más que simples métodos de pago, sino como una estrategia de marca que mejorará su imagen.
Curiosamente, según la encuesta global mencionada anteriormente, los clientes jóvenes son los que más valoran la apariencia y el diseño de su tarjeta. Las tarjetas de metal son más que solo un factor de forma de pago: hacen que el titular de la tarjeta se sienta único y crea una experiencia de pago incomparable. “Las tarjetas de metal son tan deseadas debido a su aspecto y por la forma en cómo hacen sentir a los consumidores” comenta Magali Fioux, Head of card bodies & Wearables, Financial Institutions BU at IDEMIA.