
La condena la profirió la jueza 18 de conocimiento de Bogotá, con la que condenó a 33 años y tres meses de cárcel a Edwin Armando Garay Morales, patrullero de la Policía, por una presunta responsabilidad en la muerte de Juan José Henao Fonseca sucedida en el sur de la capital del país.
Garay Morales fue sentenciado por homicidio agravado al haber disparado al joven, al parecer sin justificación, porque este no habría atendido un llamado para realizarle una requisa.
Según la jueza, el patrullero le habría disparado al joven a muy corta distancia, por lo que fueron precisos los dictámenes periciales y testimonios de que el uniformado le disparó en dos oportunidades por la espalda.
Dichas pruebas documentales, además de la declaración de peritos forenses, fueron suficientes para que la juez concluyera que el disparo fue directo y no “un rebote” como lo argumentó la defensa del indagado.
En concepto de la jueza, Garay Morales tuvo la intención de ocasionar el mayor daño al joven.