Son cientos de osamentas que se suponía que fueran las víctimas de un cataclismo. Durante el poco tiempo que se descongela cada año la misteriosa laguna Roopkund, se pueden ver los huesos amontonados. Por eso la llaman el ‘lago de los esqueletos’, con sus 40 metros de diámetro a 5 mil metros de altura en la vertiente india del Himalaya.
Se suponía también que esos restos llevaban ahí un milenio. Increíblemente, aunque resultaba de mucho interés para los alpinistas, solo en años recientes es que se ha comenzado a estudiar de manera científica la extraña laguna.
Al principio, el análisis concluía que aquella muerte masiva había sido causada por un evento cataclísmico natural, lo que apoyaba la leyenda de que el rey de Kanauj, Raja Jasdhaval, su esposa y una comitiva de sirvientes y bailarines habían perecido allí castigados por la diosa Nanda Devi, que les arrojó una piedra gigantesca.
El estudio halló evidencias de impactos en las osamentas que avalaban el mito, según el cual la tragedia había tenido lugar durante una peregrinación de fieles en el siglo IX.
No obstante, un análisis más reciente —realizado por un equipo internacional que encabezan el genetista David Reich, de la Universidad de Harvard, EEUU y Niraj Rai, de un instituto indio de paleociencias— sugiere que en 38 de las osamentas priva de sentido aquella explicación.
Según recoge El País, a los científicos les llamó la atención enseguida que, luego de dividirse los restos en tres grupos, en contra de lo que se pensaba hasta entonces, muchas de las personas fallecidas allí nunca se juntaron, pues vivieron en siglos diferentes y al parecer venían de regiones muy distantes entre sí.
Veintitrés individuos murieron entre los siglos VII y X, en momentos muy distintos, según la fecha que arrojó la prueba con carbono radiactivo, mientras que la genética permitió asegurar que todos ellos se relacionaban con los actuales moradores de la India, aunque pertenecieran a diversas poblaciones.
Otro grupo de osamentas, de 14 personas, generó una sorpresa aún mayor, ya que la datación de las muertes es en torno a 1800 y su parentesco más cercano se halla en Creta y en Grecia. Así que todos se preguntan qué estaban buscando por aquellos remotos parajes 14 viajeros del Imperio Otomano mediterráneo hace doscientos años.
De tal manera, puede decirse entonces que quizás aquellos individuos se encontraban allí por motivos religiosos, cosa usual en aquella época, pero lo curioso es que existen muchos lagos con significación mística en el Himalaya y solo allí hay tal acumulación de esqueletos.
El hecho de que hubiera 15 mujeres junto a 23 hombres descarta la probabilidad de que se haya tratado de una expedición militar, pero, por otro lado, no había ningún parentesco cercano entre ellos y por tanto no eran familias.
Los rigurosos estudios científicos, en resumen, más que responder preguntas, las multiplican, pues resulta muy difícil para grandes grupos humanos ascender hasta allí, por caminos muy riesgosos, durante tres días, sea cual sea el motivo de la subida.
Aunque hace diez o quince años no venían muchos turistas al lago, como ahora, tampoco hay que descartar la probabilidad de que aquellos viajeros griegos fueran en verdad los precursores remotos del turismo que hoy inunda la zona. Yahoo Noticias