Durante el Foro “Los Retos del POT”, la personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda, realizó varias observaciones al Plan de Ordenamiento Territorial presentado por la Alcaldía de Bogotá, que van desde el alto impacto que genera la mezcla de usos en las zonas residenciales de la ciudad, hasta la falta de estrategias reales para la conectividad e integración del Distrito con la región.
Para la jefe del Ministerio Público Distrital “preocupa que se incentive la proliferación de comercio de alto impacto en zonas residenciales, dado los usos complementarios que se proponen. Un ejemplo es el impacto negativo que ha generado el establecimiento de bares, discotecas, y expendios de bebidas alcohólicas en zonas residenciales, inquietud generalizada dentro de las comunidades residenciales”.
Requirió al Distrito indicar las medidas de mitigación que deberán implementar los establecimientos de alto impacto ya localizados dentro de la ciudad, en especial en zonas residenciales, pues a la fecha, éstos no cumplen con ninguna medida de atenuación.
Espacio público
En el subsistema vial del POT, se advierte la posibilidad de que las zonas viales proyectadas para la interconexión de la malla vial arterial, tipo oreja manzana, puedan ser áreas urbanizables, como sucede en la intersección de la Avenida Boyacá con la Avenida La Esperanza, donde se conformaron torres residenciales completamente rodeadas por vías, situación que genera un escenario de riesgo para la seguridad vial y afectaciones a la movilidad.
Por el contrario, teniendo en cuenta el déficit de espacio público que presenta la ciudad, sería importante que el Distrito evaluara la posibilidad de adquirir dichas zonas para el disfrute y bienestar de la ciudadanía en general, en cambio de buscar que se desarrollen en favor del beneficio particular.
Conectividad regional y peajes urbanos
En el apartado de transporte de carga y logística, preocupa que no se contemplen mediadas tendientes a disminuir la contaminación y congestión vial que generan los vehículos pesados en la ciudad. Tampoco se evidencian estrategias para aprovechar el corredor férreo del norte, en aras de mejorar la movilidad con los municipios vecinos.
Con la nueva propuesta se abre la puerta para la instalación de peajes urbanos y cobros por congestión sobre los corredores de acceso a la ciudad, situación que el Distrito debería aclarar en qué condiciones haría uso de esos mecanismos para evitar la multiplicidad de cobros que hoy en día tienen los bogotanos en material vial.
Transporte
Conocedores de la necesidad que tiene la ciudad en implementar el transporte multimodal, y observando la demora en la primera línea del metro, es importante que se dejen plazos para definir el marco de ruta que permita la materialización de la segunda línea que beneficiaría a las localidades de Engativá y Suba.
El Plan trae una propuesta ambiciosa para implementar 20 nuevas troncales de Transmilenio, extender 6 y conectar las troncales de la Calle 26 y la Avenida NQS. Teniendo en cuenta que en el año 2012 se inauguró la última troncal (Calle 26), la meta proyectada para los 12 años de vigencia del POT, genera un escenario de incertidumbre acerca de su materialización, motivo por el cual se considera pertinente revisar la priorización establecida.
La Administración debe definir la ubicación de los patios de Transmilenio en zonas no residenciales, con el fin de mejorar la operación del sistema y evitar los impactos negativos en materia ambiental y de movilidad que ha manifestado la comunidad.
Informalidad, cifras y fechas
La Personería hizo un llamado a la Administración Distrital para que revise las cifras de proyección de habitantes, toda vez que muchos de los proyectos de expansión urbana se fundamentan en datos que son objeto de discusión entre los expertos.
También genera inquietud que no exista un plazo determinado para la expedición de la reglamentación del POT, necesario para precisar las normas que regirán el desarrollo de la ciudad, preocupación que es mayor, si tenemos en cuenta que el cambio de la Administración Distrital al finalizar el año 2019, podría llegar a generar retrasos en la expedición de dichos documentos.
En este aspecto, se resalta la premura de publicar las fichas de determinantes de edificabilidad para cambio de patrón, toda vez que bajo éstas, se guiará la renovación y se preverá que las nuevas redensificaciones cumplan con los indicadores de calidad urbana (movilidad, espacios públicos, equipamientos, servicios, entre otros), factores que ya son críticos en varios sectores de la ciudad.
A pesar de los esfuerzos en materia de legalización de barrios, dentro del POT, no se evidencian estrategias que fortalezcan los mecanismos de prevención enfocados a que la ciudad no siga creciendo de manera informal.
La Personera sugirió la conformación de un comité integrado por los entes de control, gremios, universidades y representantes ciudadanos, que realice un seguimiento a la ejecución y cumplimiento de los proyectos incluidos en el Plan.