Marina Tilby es una joven madre de 26 años que, en estado de ebriedad, se acostó sobre su pequeño bebé de cuatro semanas y, aparentemente, le causó la muerte. Por el hecho, la mujer fue condenada a dos años y cuatro meses de prisión, pero esta semana fue liberada por la Corte de Apelaciones galesa, en un fallo controvertido y donde se adujo como argumento el remordimiento de la joven.
La muerte del pequeño Darrian se produjo en el mes de marzo de 2017, y la mujer fue condenada bajo los cargos de maltrato infantil y negligencia deliberada por la corte de la corona de Swensea. Pero luego de la sentencia, los abogados de la joven madre apelaron el fallo, al poner como argumento el remordimiento expresado por su clienta, según expresó la BBC.
El trágico hecho se produjo en la localidad galesa de New Quay, cuando Marina fue con su hermana a un club nocturno. Allí también estaba su pequeño bebé Darrian, al que se puede observar en las cámaras del lugar, mientras su madre juega con él, tirándolo hacia arriba y luego atajándolo.
Allí, las mujeres se encontraron con tres hombres que se alojaban en el mismo campamento de caravana que ellas. Según la reconstrucción que hizo la justicia de lo sucedido, las mujeres estuvieron un rato con los hombres y regresaron poco más tarde a su propia caravana.
“Terrible, terrible error”
La mujer alimentó a su pequeño antes de acostarse en una cama doble. Cuando su hermana pasó por el lugar un rato después, descubrió que la chica estaba sobre el bebé. El pequeño no respondía a los estímulos y le salía sangre de su nariz.
Marina tampoco se despertaba. Tal era su grado de intoxicación que recién una hora después, y gracias a la insistencia de su hermana, mientras el bebé ya había sido trasladado a un hospital, la joven abrió los ojos.
En el centro de salud determinaron que el bebé había muerto de un paro cardíaco, aunque dijeron que podría tratarse de un caso de muerte súbita, independiente del hecho de que su madre se haya acostado encima de él. El deceso pudo haber ocurrido antes, pero no se pudo probar.
En el momento de la condena, el juez Paul Thomas le dijo a la mujer que había mostrado un “desprecio deliberado” por el bienestar de su hijo. Pero su abogado, Dyfed Thomas, argumentó en el tribunal de apelación que su sentencia era demasiado larga. “Esta joven mujer cometió un terrible, terrible error al emborracharse tanto que no pudo responder a las necesidades de su hijo”, dijo el defensor de Tilby.
La Corte de Apelaciones, en vistas a las palabras del abogado y al remordimiento demostrado por Tilby, determinó que la condena a la que había sido sometida era “manifiestamente excesiva”. El martes pasado ordenaron su libertad, pero supervisada por el Servicio de Libertad Condicional durante un año.