Mientras todos los focos de atención están puestos sobre la Asamblea General de la ONU que se desarrolla en Nueva York, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, llegó a Moscú para reunirse con su par ruso, Vladimir Putin, con el objetivo de sumar apoyo por parte de sus aliados.
“Se discutirán todos los aspectos de cooperación bilateral”, informó el vocero del presidente ruso. Y agregó que las conversaciones se centrarán en la “intromisión directa de terceras partes en los asuntos latinoamericanos”.
En tanto, Maduro comunicó que iba a encontrarse “con el amigo el compañero presidente Vladimir Putin con sus equipos de trabajo, a encontrarme con grupos empresariales importantes de Rusia”. Según explicó, su viaje servirá para que Caracas y Moscú busquen alternativas para mejorar las relaciones bilaterales.
Además, el canciller ruso, Sergei Lavrov, tiene previsto reunirse en paralelo a la Asamblea General de la ONU con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez y no se descartó aún un encuentro también con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Maduro y Putin se encontraron por última vez en Moscú en diciembre pasado. En esa ocasión, el presidente venezolano acudió para recibir respaldo político y financiero de Putin, un aliado tradicional del chavismo y con un gobierno que también se encuentra en malos términos con Washington.
“Apoyamos sus esfuerzos para conseguir la paz social y todas sus acciones con vistas a armonizar las relaciones con la oposición”, había dicho Putin después de su encuentro con Maduro, en la residencia oficial de Novo Ogarevo, cerca de Moscú.
Los vínculos entre Rusia y Venezuela se fortalecieron desde que Washington impuso un embargo petrolero a Caracas para debilitar al régimen de Maduro, presionó a Moscú para que retire su apoyo al líder venezolano, pero Rusia rechazó la medida y acusó a Estados Unidos de impulsar un golpe de Estado que infringía el derecho internacional.
Por otro lado, Maduro busca apoyo de sus aliados después de que un grupo de alrededor de 60 países no reconozcan la legitimidad de su mandato. Por el contrario, países como Rusia, China y Cuba, defienden a Maduro.
En términos comerciales, Rusia es el segundo acreedor de Caracas después de China. Moscú tiene grandes inversiones en recursos energéticos de Venezuela, quien a su vez ha adquirido armas de la industria rusa.
Agencias AFP y DPA