Tres de los 35 capturados durante las protestas registradas esta semana deberán responder ante autoridades judiciales por terrorismo y los delitos de violencia contra servidor público, daño en bien ajeno y lanzamiento de objetos con sustancias peligrosas, debido a los destrozos al Icetex, los buses y estaciones de Transmilenio.

La Policía capturó el viernes a 35 personas, tres de ellos venezolanos, quienes hacían parte del grupo de encapuchados que la emprendieron violentamente contra diversas infraestructuras de la capital, empañando las protestas pacíficas lideradas por estudiantes universitarios de la capital.

Unas 50 personas, según reporte de las autoridades, vandalizaron la sede del edificio del Icetex, ubicado en el centro de la ciudad. Incluso, los encapuchados lanzaron bombas molotov contra el edificio, con lo que casi se provoca un incendio en el primer piso.

Aparte de los disturbios en el edificio del Icetex, también hubo afectaciones en cuatro buses de Transmilenio, estaciones del sistema, un punto de información móvil de la Policía, el Banco de la República, el CAI Rosario, un CAI móvil y un vehículo del cuerpo antiexplosivos. También se registraron vidrios rotos y otros daños a edificios de la zona.

Los 35 capturados fueron conducidos a Centros de Traslado por Protección, pero solo tres de ellos fueron judicializados y los otros 32 ya fueron dejados en libertad, al no encontrar las autoridades motivaciones suficientes para vincularlos a un proceso judicial.

A los tres judicializados, la Fiscalía le imputará los delitos de violencia contra servidor público, terrorismo y daño en bien ajeno.

Los jóvenes se movilizaron por hechos de corrupción denunciados al interior de la Universidad Distrital, luego que Wilman Muñoz Prieto, exdirector del Instituto de Extensión del claustro, fuera acusado de desviar 10 mil millones de pesos a través de 33 cheques.

Con dicho dinero habría adquirido hospedajes en hoteles, un Mercedes Benz, ropa y habría sostenido encuentros en reconocidos restaurantes.