Presidente Piñera notifica que no renuncia y se declara dispuesto a dialogar para conjurar la crave crisis chilena
–“Por supuesto que voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con esos que me eligieron y con todos los chilenos”.
Las precisiones las hizo el presidente Sebastián Piñera, tras rechazar la idea de que vaya a renunciar el cargo como lo piden sus opositores y los manifestantes en las calles.
Después de restaurar el orden público y poner en marcha la agenda social, no termina el debate y vendrá una segunda etapa en que estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la constitución, precisó el mandatario en extensa entrevista que concedió a la cadena britanica BBC Mundo.
Piñera dijo que lo que quiere es lograr un acuerdo, escuchar a la ciudadanía con atención y humildad, ponernos de acuerdo en el mundo de la política.
Advirtió que a su gobierno le cuesta mucho impulsar la agenda legislativa en el parlamento “porque tenemos minoría y nos bloquean muchos de los proyectos de ley, por ejemplo, la reforma a las pensiones. Necesitamos unidad, acuerdos, grandeza, responsabilidad”, complementó.
En la entrevista con BBC, la primera desde que estalló la crisis, Piñera defiende su decisión de decretar el estado de emergencia (y con ello, haber sacado a los militares a la calle), habla de las grietas del sistema político y económico chileno y asegura que, a pesar de los llamados para que renuncie, no piensa hacerlo.
“Si alguien quiere hacer una acusación constitucional, está en su derecho pero yo estoy absolutamente seguro que ninguna de ese tipo de acusaciones va a prosperar porque la solución en democracia es respetar las reglas de la democracia y no atentar contra la democracia pretendiendo desestabilizar a un gobierno que ganó las elecciones legítimamente y por una amplia mayoría”.
Admitió que hay varias grietas en la economía chilena y subrayó que a pesar de que “hemos reducido la desigualdad, Chile todavía es un país demasiado desigual”.
Complementó que la gente tiene la percepción, y con mucha razón, de que en Chile hay demasiados abusos. De que hay muchas empresas que no respetan a sus clientes, a sus trabajadores y el medioambiente. Después de mucho tiempo de acumular, decidieron manifestarse con toda la fuerza que lo han hecho.
Atribuyó los actos violentos a una minoría, entre los millones de chilenos que protestan. “Reconocemos su derecho a protestar, los estamos escuchando con mucho cuidado y hemos reaccionado”, añadió.
Defendió las medidas adoptadas para reprimir la violencia y expresó que lamenta mucho el tremendo daño que esta ola de violencia y destrucción ha generado en las personas con ingresos bajos.
“No podemos permitirnos en un estado democrático que las personas piensen que pueden hacer lo que quieran. Porque al final del día, destruirá nuestra democracia y dañaremos a la mayoría de nuestros ciudadanos”.
También justificó la declaración del Estado de emergencia, tras advertir que es una herramienta que está dentro de nuestro marco constitucional.
“Por supuesto, hay quejas sobre el uso excesivo de la fuerza y los derechos humanos. Si eso sucedió, puedo garantizar que será investigado y procesado por nuestro sistema tradicional”.
Sin embargo, notificó: No habrá impunidad. Ni con las personas que prendieron fuego a los supermercados y a la mayoría de nuestras estaciones de metro, ni con aquellas que eventualmente cometieron un exceso de uso de la fuerza o el crimen. Así es como lo haremos en una sociedad democrática como la nuestra”.
Aseguro que se han tenido muchas dificultades “porque hemos sido atacado por grupos muy organizados, muy violentos, que no respetan a nada ni nadie, que están dispuestos a quemarlo todo”.
Piñera resaltó que lo que está viviendo Chile es un problema que se ha acumulado durante los últimos 30 años.
“También soy parte y asumo mi responsabilidad, pero no soy el único. Por supuesto que me gustaría resolver todos los problemas en un segundo. Pero no puedo hacer eso. Lo que haremos es aumentar la cantidad de recursos y mejorar la calidad de nuestras políticas sociales”.
Y especificó nuevamente sus propuestas: Aumentar las pensiones en un 20% en los próximos 30 días, aumentar el ingreso mínimo de 300 a 350 en los próximos 30 días; reducir el precio de los medicamentos y el precio de la electricidad, del sistema de transporte.
“Así que estamos haciendo muchas cosas que nunca antes habíamos hecho”, alertó.
“Ahora, algunas personas dirán que eso no es suficiente. Bueno, tienen derecho a tener todas las opiniones, pero creo que estamos haciendo un gran esfuerzo para escuchar a la gente”, puntualizó.