Dean Foods, uno de los mayores productores de leche de Estados Unidos, anunció este martes que se declaró en quiebra en un contexto complicado para el sector, ya que cada vez menos personas consumen esa bebida.

«Pese a todos nuestros esfuerzos por tener una empresa más ágil y rentable, seguimos afectados por un entorno operacional complicado, caracterizado por una caída continua del consumo de leche», explicó el director general de la empresa, Eric Beringause, nombrado este verano boreal para intentar enderezar el rumbo de Dean Foods.

En el primer semestre, el volumen de negocios de la empresa se contrajo un 15%.

La leche, que se sirve a menudo a los niños durante las comidas en Estados Unidos, era hasta hace poco un elemento imprescindible en los frigoríficos del país. Pero cada vez más personas se orientan hacia otras bebidas, entre ellas productos elaborados con vegetales como la leche de almendras o de soja.

Según el Departamento de Agricultura, los estadounidenses consumen un promedio de 26% menos de leche que hace 20 años, y 39% menos que hace 40.

Sin embargo, si se toman en cuenta alimentos como los yogures y, sobre todo el queso, el consumo de lácteos aumenta.

Dean Foods, que tiene 50 marcas de productos lácteos, tuvo que afrontar la creciente competencia de las marcas propias de los distribuidores, sobre todo Walmart, así como una producción cada vez más abundante de leche en Estados Unidos que reduce los precios.