De acuerdo con cifras del DANE, en septiembre de 2019 la población desocupada del país se ubicó en 2.53 millones de personas, con un incremento de 153.000 personas en comparación al año anterior.
El seguro de desempleo es un beneficio que las Cajas de Compensación Familiar otorgan a los trabajadores cesantes, para que, durante un tiempo máximo de seis meses, garanticen el pago de seguridad social, reciban bonos de alimentación, accedan al subsidio familiar monetario (si lo recibían cuando eran trabajadores dependientes) e incentivos adicionales por ahorro voluntario de cesantías.
Hasta noviembre de 2019, 15.734 trabajadores cesantes, afiliados a la Caja de Compensación Familiar Compensar, pudieron acceder a los beneficios del seguro, que incluyen un aporte mensual a salud por $103,600, un aporte mensual a pensión de $132,500, y bonos de alimentación por $207.029, lo que equivale a $2.658.774 durante seis meses. Esto, sin contar con que también pueden recibir el subsidio monetario ($200.400 por cada hijo), si fue solicitado con anticipación.
“Este subsidio le da un parte de tranquilidad a la población desempleada durante un semestre, para que pueda suplir sus necesidades básicas mientras se encuentra en la búsqueda de una nueva oportunidad laboral, que es un proceso que demanda tiempo y algunos gastos.” aseguró Jaime Alejandro Espinosa, coordinador de subsidios de Compensar.
De acuerdo con el último reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en septiembre de 2019, la población desocupada del país se ubicó en 2.53 millones de personas, con un incremento de 153.000 personas en comparación al año anterior.
Este mecanismo de protección al cesante es una herramienta útil para garantizar el bienestar y calidad de vida de los ciudadanos que se enfrentan a la situación de pérdida de empleo; además, los apoya por medio de la orientación laboral a través de las Agencias de Empleo, en las que reciben capacitaciones y acompañamiento permanente para la búsqueda de trabajo.
De acuerdo con Espinosa, para acceder a este beneficio los trabajadores solo deben cumplir con los siguientes requisitos:
Estar en situación de desempleo (sin ingreso mensual).
Haber realizado aportes continuos o discontinuos a cualquier Caja de Compensación Familiar durante los últimos tres (3) años así:
Trabajadores Dependientes: 12 meses continuos o discontinuos.
Trabajadores Independientes: 24 meses continuos o discontinuos (que hayan realizado aportes sobre el 2% de su IBC).
No estar afiliado como cotizante a una EPS o Caja de Compensación Familiar.
Haber culminado el 100% de los talleres programados por la Agencia de Empleo o los demás prestadores de servicio (otras cajas de compensación).
Tener disposición para la búsqueda de empleo a través de la Agencia de Empleo.
Cumplir con los programas de capacitación definidos por la Agencia de Empleo.
No estar activo como empleador en la caja de compensación (empresa jurídica ni como empleador de servicio doméstico).