Opinión

Tormentas de polvo y aire, hasta en Marte

Por: Luis Eduardo Forero Medina
Cuando el cielo no presenta su color típico azul, es acompañado de una densa bruma, los días son grisáceos, atardeceres rojizos, escasa nubosidad, siendo poca o nada la visibilidad a larga distancia, se observa polvo cubierto de polución y suspendido en el aire durante semanas; enfrentamos las tormentas de polvo y arena, caracterizadas por vientos intensos, que suelen estar acompañados de masas de aire; fenómenos naturales que se diferencian, porque en las tormentas de polvo el tamaño de la partícula es menor de cien micras aire.

Hace tres lustros por primera vez esos peligros meteorológicos fueron abordados por La Organización Meteorológica Mundial (OMM), y aunque afecta a 151 países, se presenta principalmente en África, Asia, América del Norte y Australia; sin embargo es calificado como “ una crisis mundial”; de la cual no está exenta, América del Sur y el Caribe, y Europa porque viajan a grandes distancias mucho más allá del desierto. En el viejo Continente, parte de esas nubes de polvo y arena pueden avanzar por las islas Canarias y afectar a España, Portugal y Gran Bretaña. En México cada año llega polvo proveniente del Sahara, ingresando de forma directa por la vertiente oriental y sureste de ese país; en Chile ese tipo de fenómeno es frecuente en el norte; en Cuba las nubes de polvo hacen presencia entre marzo y abril, y mayormente en junio, julio y la primera quincena de agosto. Se estima que unas 90 millones de toneladas de polvo proveniente del desierto del Sahara , el tercer desierto más extenso del mundo; el Sahel, al sur del Sahara y el de Gobi, en Asia, arriban anualmente al Caribe durante la primavera y el verano.
Dichas tormentas que pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros y ser transportadas a miles de kilómetros de distancia, son altamente dañinas para la salud humana, porque vienen acompañadas de material particulado PM 10 y PM 2,5; virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos, contaminantes orgánicos y otros minerales como calcio, silíceo y mercurio; aunque en el caso del hierro y el fósforo que el polvo transporta, benefician la producción de biomasa marina en lugares de los océanos en las que hay escasez de esos elementos. Según los especialistas, debido a ese fenómeno, hay una alta probabilidad que sean el origen de los casos de meningitis en África en el “cinturón de la meningitis”, una parte de África Subsahariana con una población estimada de 300 millones de personas. En el continente americano las tormentas de polvo y arena se asocian con la fiebre del valle (enfermedad mortal) en el suroeste de los Estados Unidos y el norte de México, al transportar las esporas del hongo Coccidioides.
Además afectan fundamentalmente a personas con sistemas respiratorios comprometidos o sistemas inmunológicos debilitados, dependiendo del tamaño de las partículas, y ocasionan irritación en la piel y ojos, conjuntivitis y mayor susceptibilidad a las infecciones oculares. Las partículas inferiores a 10 ?m, quedan atrapadas en la nariz, boca y parte superior del tracto respiratorio; relacionándolos con trastornos respiratorios ( asma, traqueítis, neumonía, rinitis alérgica y la silicosis); y las partículas más pequeñas pueden penetrar hacia la parte inferior del tracto respiratorio e ingresar al torrente sanguíneo, desde donde alcanzan a afectar todos los órganos internos y causan trastornos cardiovasculares. Se calcula que en 2014, por la exposición a las partículas de polvo acaecieron aproximadamente 400 000 muertes prematuras por enfermedad cardiopulmonar en la población de más de 30 años de edad.
Este tipo de fenómeno natural, raro en nuestro medio y predominante en las regiones áridas y semiáridas, aflige igualmente el medio ambiente y sectores económicos fundamentales de muchos países. En la agricultura, baja el rendimiento de los cultivos porque son enterrados los plantones, ocurre pérdida de tejido vegetal, se reduce la actividad fotosintética y se incrementa la erosión del suelo. Así mismo por esos eventos meteorológicos se atascan canales de riego, se afecta la producción de plantas de energía solar, bloquea carreteras, afecta el transporte aéreo ocasionando peligro en el despegue y aterrizaje de aeronaves, y desmejora la calidad del agua en ríos y arroyos. En Cuba se les relaciona con el declive de las poblaciones de arrecifes coralinos y aparición de plagas en el arroz, frijoles, frutales, caña de azúcar y otros cultivos.
Para hacer frente a ese fenómeno, en 2007 la OMM y países incorporados, pusieron en marcha el SDS-WAS (Sistema de Evaluación y Asesoramiento para Avisos de Tormentas de Polvo y Arena). Actualmente funcionan tres nodos regionales, el de África Septentrional-Oriente Medio-Europa, el de Asia, y recientemente el nodo panamericano, que albergan Barbados y los Estados Unidos de América. En 2019 durante la Conferencia de las Partes en la CLD que tuvo lugar en Nueva Delhi, se creó una nueva coalición internacional con el propósito de “reforzar la habilidad de los países para pronosticar a tiempo y con precisión las tormentas de arena y de polvo, así como su observación y análisis para luego compartirlos con la comunidad mundial”.
Según la NASA (La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio),usando sólo telescopios caseros, los astrónomos aficionados disfrutan de excelentes vistas de tormentas de polvo en Marte.
@luforero4

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