Con empresas fortalecidas gracias a cargas impositivas reducidas y un país a la expectativa frente a la necesidad de más empleo, un régimen pensional sostenible y una clase de bajos estratos nada seducida por la medida de los 3 días sin IVA, comienza el 2020, un año que pondrá a prueba la gestión económica del gobierno nacional.
Daniel Bulla, Gerente Senior de Impuestos de la firma de servicios empresariales BDO en Colombia, analiza la iniciativa “pro empresas” como un mensaje de liberalización económica uniforme que puede traducirse en una “fe ciega” que apuesta por atacar desde el tejido empresarial los problemas macroeconómicos, incentivando así el motor de la sociedad.
Según Bulla, “la expectativa de lograr una mayor inversión privada es una apuesta que está realizando el gobierno, con el fin de buscar que sea el mercado el que con este impulso, dinamice la economía. Esto evidentemente no es una medida mala, sin embargo, lo que el país espera es que esta política no se desdibuje y se convierta sólo en una ventaja para incrementar las utilidades de las organizaciones sin el compromiso de los empresarios”.
“En el mismo sentido, hay que reconocer que la carga tributaria corporativa en el país ha venido consolidándose como una de las más altas de la región, así que con este incentivo, se espera la fidelidad de las empresas que con el alivio de sus finanzas, tomen la decisión de reinvertir en el país. Sin embargo, es un hecho probado a nivel mundial que aunque se libere caja para los empresarios, el hacer que esta caja redunde en mayor productividad y con ello mayor empleo, requiere de un complemento en tecnología y educación que por ahora no se aborda de manera generalizada en Colombia”.
Con respecto a la medida de los tres días sin IVA al año, que tiene escépticos a muchos, el experto de BDO en Colombia opina que, desde la experiencia de otros países, estas medidas solo acumulan la iniciativa de adquirir, con lo que no se generan nuevas necesidades y solo se dilata el hecho de realizarlas en una fecha específica como es el caso del Black Friday.
Para finalizar, Bulla opina que sobre el tema pensional, “este parece neutral, sin embargo debe monitorearse, porque el dinero que se sacrifica en el mediano plazo se debe compensar y si esto desemboca en un “desfalco”, los primeros actores a los que se demandaría, serían las empresas y los trabajadores activos”.