Al menos 30 personas murieron y otras 213 resultaron heridas a causa de una estampida humana que se registró este martes durante el funeral del general iraní, Qassem Soleimani, en su ciudad natal de Kermán, ubicada al sureste del país persa.
Las autoridades aplazaron el entierro tras el incidente mortal ocurrido durante el adiós al general iraní en su ciudad natal Kermán, donde se congregó una gran multitud.
Decenas de miles de personas han salido a las principales calles de esta urbe iraní para despedirse de Soleimani, que el pasado jueves fue asesinado por EE.UU. durante un ataque con drones lanzado en Bagdad (Irak), generando una escalada de tensión en Oriente Medio.
“¡Nos vengaremos!”
El jefe de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), Hossein Salami, prometió a la multitud que “incendiaría” lugares apoyados por EE.UU. por el asesinato de Soleimani, a lo que la gente respondió con gritos de “¡Muerte a Israel!”.
Asimismo, Salami elogió la figura de Soleimani, al que tildó de “mártir” y de una gran amenaza para los enemigos de Irán. “Nos vengaremos”, aseveró el líder de los CGRI.
Está previsto que Soleimani sea enterrado este martes. Sus restos descansarán entre las tumbas de dos excompañeros de la CGRI, Enayatollah Talebizadeh y Mohammad Hossein Yousef Elahi, ambos fallecidos en 1986 en la Operación Amanecer 8.
La situación en la región se ha vuelto explosiva desde que el pasado jueves un ataque aéreo lanzado por el Pentágono en Bagdad acabara con la vida de 12 personas, entre ellas Soleimani y el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
En respuesta, el presidente del país persa, Hasán Rohaní, aseguró un día después que “Irán y oros países que buscan la libertad en la región vengarán” la muerte de Soleimani, considerado un héroe nacional.