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Opinión

¿Hay infiltración del ELN en el Comité del Paro?

por Mauricio Botero Caicedo
Posiblemente la periodista más leída del país es María Isabel Rueda. Seria, competente y bien informada, en su pasada columna en El Tiempo, María Isabel se pregunta: “Alguien que leyó a fondo los 104 puntos del comité del paro, y que a la vez fue en Ecuador negociador en la mesa con el Eln en representación del Gobierno, me comentó con alarma que había descubierto múltiples coincidencias con lo que el Eln le había pedido en Quito. ¿Pura casualidad, o hay algo más en estos canales con el ideario eleno, que tiene el brazo largo, sobre todo en universidades que ha infiltrado?”

La pregunta de María Isabel es oportuna y pertinente: todo indica que los “elenos”, un grupo narcoterrorista, tan criminal como intransigente, clara y manifiestamente ha penetrado el movimiento estudiantil y parte del obrero, y casi con absoluta seguridad han permeado con sus objetivos a varios miembros del Comité Nacional del Paro. Tanto el país como el gobierno tiene que tener este hecho claro: muy posiblemente no se estaría negociando con un movimiento obrero y estudiantil independiente, sino con lo que hoy en día es el más sanguinario y letal grupo narcoterrorista en el mundo: el ELN.

Sorprende igualmente el enorme sesgo de los medios en relación a unas marchas que difícilmente congregaron a 20.000 personas, es decir menos de la mitad del uno por mil de la población. Un artículo de hoy de el diario El País de España, señala: “Duque ha respondido a la oleada de protestas con el lanzamiento de una gran “conversación nacional” que irá hasta el 15 de marzo. Sin embargo, el Gobierno también se apresuró a aprobar a finales de diciembre en el Congreso la resistida reforma tributaria en la que buena parte de los manifestantes centraban sus reclamos. Junto a los sindicatos, el movimiento estudiantial ha sido uno de los grandes motores de las protestas. El Ejecutivo, que atraviesa una profunda crisis de popularidad, ha intentado responder en las semanas de tregua en la agitación social con un aumento del salario mínimo y el anuncio de medidas para modificar las políticas de créditos educativos y combatir el desempleo entre los jóvenes. Esos anuncios no han calmado a los líderes sindicales y estudiantiles agrupados en el comité nacional del paro, que advierten que solo a finales de enero se conocerá la agenda formal de movilizaciones para el nuevo año.”

Según encuestas divulgadas recientemente, más del 70% de los colombianos están contra el paro. En una democracia gobiernan las mayorías, y las decisiones trascendentales las toman ellas, no las minorías.» Es bueno que suenen, cada vez que se convoque un paro, todos los pitos de los carros y de las personas, los campanarios de las iglesias, las sirenas de los autobuses, y es buena hora que los colombianos de bien digamos con absoluta claridad: no más paro, no más bloqueos de las vías, no más encapuchados saqueando locales comerciales, arrojando piedras, incendiando y destruyendo el transporte del pueblo, no más policías muertos y heridos, ellos también son seres humanos.