Las autoridades confirmaron en las últimas horas la desarticulación de una temible banda de sicarios que operaba en suroriente de Cali, y cuyo cabecilla se hacia pasar por pastor de una iglesia cristiana para no levantar sospechas.
Según lo informó la Policía Metropolitana, este sujeto escondía el arma para realizar los asesinatos al interior de una biblia, y fingía ser un hombre religioso.
Junto a esta persona fueron capturados otros 10 sujetos, quienes hacían parte de la estructura delincuencial.
Junto a él fueron capturados, en Cali y Jamundí, otros 10 hombres que harían parte de una misma estructura criminal dedicada al microtráfico en las comunas 13 y 14 de la capital del Valle.
“Se realizaron 15 allanamientos en el oriente de Cali y en el municipio de Jamundí, se trata de una organización que se dedicaba el control de microtráfico”, informó el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía en Cali.
Además, esta organización usaba el dinero de los ilícitos para financiar una oficina dedicada al préstamo en modalidad ‘gota a gota’.