Estados Unidos declaró una emergencia de salud pública por el nuevo coronavirus originado en China y anunció que prohibirá temporalmente el ingreso de extranjeros que hayan viajado a ese país en las últimas dos semanas.
“A los ciudadanos extranjeros, que no sean familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, que hayan viajado en China en los últimos 14 días, se les negará la entrada a Estados Unidos por este tiempo”, dijo el secretario de Salud, Alex Azar.
La medida entrará en vigor este domingo 2 de febrero. Además, todo ciudadano estadounidense que regrese de Hubei, la provincia china epicentro del brote del nuevo coronavirus 2019, estará sujeto a una cuarentena obligatoria de 14 días en una instalación determinada.
A los estadounidenses que regresen de China, pero de una provincia china distinta de la de Hubei, se les pedirá una “cuarentena autoimpuesta”, con vigilancia.
Los miembros de sus familias inmediatas, así como los residentes permanentes en Estados Unidos (portadores de tarjetas verdes), estarán sujetos al mismo régimen que los ciudadanos estadounidenses.
“Estas son medidas preventivas, el riesgo es bajo en Estados Unidos”, subrayó Azar. Todos los vuelos provenientes de China serán dirigidos a siete aeropuertos de Estados Unidos: JFK de Nueva York, Chicago, San Francisco, Seattle, Atlanta, Honolulu y Los Ángeles.
El gobierno de Donald Trump añadió seis países a la lista de naciones con restricciones de viaje a Estados Unidos incluyendo Nigeria, Eritrea, Birmania, Kirguistán, Tanzania y Sudán, dijo un funcionario del Gobierno estadounidense, bajo condición de anonimato.